El hombre de 63 años detenido el jueves en el barrio bilbaino de Deustu acusado de agredir y causar graves quemaduras a su expareja ha quedado en libertad con medidas cautelares tras declarar en el juzgado.
La mujer, de 58 años y que residía con una hija en un inmueble de la calle Ribera de Botica Vieja, continúa ingresada en la Unidad de Grandes Quemados del Hospital de Cruces.
A raíz de las primeras informaciones y de indicios recabados en el lugar, los hechos fueron presentados como un caso muy grave de violencia machista, que derivó en el arresto del hombre.
«Nuevas líneas de investigación»
Este viernes, sin embargo, el viceconsejero de Seguridad de Lakua, Rodrigo Gartzia, ha matizado en un acto en Donostia que la Ertzaintza trabaja en «nuevas líneas de investigación» y «no descarta ninguna hipótesis». No ha querido ser más explícito al respecto hasta que haya alguna resolución judicial.
Por su parte, el alcalde de Bilbo, Juan Mari Aburto, ha mostrado su deseo de que los hechos «se esclarezcan cuanto antes». Ha puesto de manifiesto que «los datos que vamos conociendo plantean alguna situación que podría resultar novedosa» y ha considerado que, por ello, «la prudencia en este caso debe guiar nuestra actuación».
Concentración feminista
A convocatoria del colectivo feminista Pare, un centenar de personas se ha concentrado este viernes a la tarde en la plaza San Pedro de Deustu tras una pancarta con el lema ‘Beste eraso matxista bat Deustun. Erasoen aurrean, autodefentsa feminista’ para denunciar lo sucedido la víspera a una vecina.
Los hechos han provocado alarma entre el vecindario y muestra de ello es la respuesta a la movilización, donde se han coreado insistentemente «erasorik ez, erantzunik gabe».
Desde Pare han manifestado que están «hartas de que nuestras casas, como todos los demás espacios, no sean espacios seguros para las mujeres». Consideran que lo sucedido el jueves en Deustu «es la expresión más visible de las violencias que sufrimos en este sistema heteropatriarcal y capitalista en el que vivimos por el mero hecho de ser mujeres. Lo que sí tenemos claro es que no es un caso aislado y que es el reflejo de esta cruda y violenta realidad que vivimos».
Asimismo, desde el colectivo feminista han querido mostrar su rechazo «al tratamiento que se ha dado a la agresión en algunos medios de comunicación. ¡Porque cuestionar el relato es también violencia!».
«Decimos en voz alta que ante todo ataque responderemos con fuerza y colectivamente», han concluido.