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La Española de pelota muestra su «rotundo rechazo» a la admisión de la Euskal Selekzioa

Desde el ente español anuncian su voto en contra en la Asamblea Extraordinaria anunciada por la FIPV y entiende que reconocer a la Federación de Euskadi iría contra el movimiento Olímpico.

Euskal Selekzioaren alde Durangon egindako elkarretaratzea.
Euskal Selekzioaren alde Durangon egindako elkarretaratzea. (Raul BOGAJO/FOKU)

La Federación Española de Pelota, por medio de un comunicado firmado por su presidente Julian García Angulo, ha mostrado públicamente su «rotundo rechazo» a la posibilidad de que la Euskadiko Euskal Pilota Federazioa logre ingresar como miembro de pleno derecho en la Federación Internacional de Pelota Vasca (FIPV), que el pasado lunes aprobó convocar una Asamblea Extrarodinaria con el objeto de proponer un cambio de estatutos que podría posibilitar esta opción.

La posición de la española en este sentido es nítida y se manifiesta en «en un rotundo rechazo por parte de la Federación Española ante la pretensión de la EEPF, entendiendo que no solo ataca a los intereses de un miembro fundador de la FIPV, sino al propio país que representa y modelo deportivo actual del deporte de la Pelota».

El ente español recuerda que «en la actualidad, nos encontramos con una nueva solicitud, ante la posibilidad que otorga la nueva Ley del Deporte en el Estado español, que faculta a las Federaciones Internacionales a aceptar a algunas federaciones territoriales. Resulta fundamental remarcar que será preciso contar con previo acuerdo del Consejo Superior de Deportes y en él recaería la potestad final para esta autorización».

Añade además que «entendemos que esta decisión, incluso la propuesta en sí misma, atenta directamente contra el que hasta la fecha ha sido un modelo exitoso y de armonía en el desarrollo y la práctica de las diferentes modalidades de Pelota».

«Contra el movimiento Olímpico»

Es más, en el comunicado, muy beligerante, se llega a apuntar que «la Federación Internacional de Pelota Vasca, es una institución de carácter y objeto deportivo cuya implicación activa en la política de los estados soberanos excede de sus competencias. Reconocer a la Federación de Euskadi de Pelota Vasca, sería de facto otorgarle un estatus similar al de las otras 33 Federaciones nacionales integrantes y reconocer un carácter y aspiración nacionalista, que más allá de la afrenta a la Federación Española de Pelota, es una medida cuyos resultados y posible devenir para el deporte, nadie, ni siquiera la FIPV, puede prever, además de ir contra el movimiento Olímpico».

El ente presidido por García Angulo reconoce que los estatutos de la FIPV pueden ser modificados con una mayoría de dos tercios, pero recuerda que en su artículo 10 se dice que «serán miembros de pleno derecho de la FIPV las Federaciones Nacionales de los países reconocidos como Estados soberanos/independientes por la Comunidad Internacional, que tengan el reconocimiento oficial de su Gobierno y complementariamente el del Comité Olímpico respectivo, u otros órganos correspondientes, así como el control y disciplina del deporte de la Pelota en sus países».

También apuntan al artículo 11, donde se establece que «en el seno de la FIPV sólo podrá existir una Asociación/Federación por país reconocido como Estado independiente por la Comunidad Internacional».

Por ello, afirma que «la redacción de este articulado, no es aleatoria ni baladí, y generar una excepción es un aspecto fundamental, como es el recogido en el anterior artículo 10, altera por completo la estructura de la FIPV, condiciona radicalmente la participación de la Federación Española en competiciones Internacionales, atenta contra los intereses y la política nacional en la que la Federación de Pelota Vasca y el propio Euskadi se encuentran enmarcados jurídicamente y, por tanto, la Federación Española anuncia que votará no en una potencial modificación estatutaria a tal fin».

Por último, añade que «desde la Federación Española se apuesta por un modelo ya contrastado y de éxito alo largo de los años, un modelo similar al de las Federaciones Deportivas Internacionales análogas y un modelo protegido por el Comité Olímpico Internacional y se confía en que esta sea la postura de la FIPV tal y como ha sido hasta la fecha».