Osasuna sigue subido en la buena ola y demostrando que tiene fondo de armario. En Cádiz, con un equipo totalmente renovado, los rojillos han sudado un triunfo que les permite seguir colocado en la pugna europea.
Aunque ha dispuesto de bastante balón, lo cierto es que a la escuadra navarra le ha costado más de media hora conectar con la portería rival, además de sufrir bastante en defensa –más de lo habitual en balones aéreos–, siendo las ocasiones más claras de corte local.
Algo ha podido tener que ver el hecho de que el preparador rojillo, Jagoba Arrasate, ha aplicado nada menos que nueve cambios respecto al duelo contra el Betis, pues solo han repetido Juan Cruz y un Budimir que ha tenido que entrar a última hora después de que Chimmy Ávila se resintiese de su lesión durante el calentamiento, una circunstancia preocupante de cara a la final copera.
Así, Tajonar ha dispuesto de mucho protagonismo, con Ibáñez, Muñoz y Benito en el once inicial, futbolista estos dos últimos –especialmente el de Alesbes– que han dejado gotas de calidad y poso a lo largo del encuentro.
También les ha tocado trabajar lo suyo, pues el Cádiz, generalmente a la contra y a balón parado, ha generado lo suficiente como para irse con ventaja al descanso. Sin embargo, por algo se explica su situación clasificatoria, ha carecido de puntería en los metros finales.
Aitor ya ha hecho la primera parada del envite para el minuto 5 a zurdazo de Sobrino, más tarde Roger ha perdonado el 1-0 y en el descuento de este primer periodo Ramos, de media chilena, también ha gozado de una magnífica ocasión para inaugurar el marcador.
Osasuna también ha fabricado peligro en el último cuarto de hora. Unai García y Budimir, al alimón, han rematado de cabeza un corner, pero el remate ha salido centrado y fácil para Conan en el 37.
Apenas tres más tarde, ha llegado quizás la más clara. Un contragolpe ha finalizado con el centro de Benito desde la izquierda e Ibáñez, en una de sus habituales llegadas, ha cabeceado, pero excesivamente cruzado.
Budimir, por partida doble, ha tocado de espuela en el 43, pero la pelota ha salido muy frenada, y poco después, ha robado un balón peligroso a Mbaye para intentar con la zurda un balón colocado a la escuadra, que no ha encontrado su destino.
Pepinazo de Rubén García
No ha variado mucho la tónica tras el paso por vestuarios, primando las precauciones, hasta que ha llegado el minuto loco del 58. Tras muchos toques aéreos –ha costado destacar a alguien que bajase el cuero al verde–, un esférico en largo ha quedado dividido entre la incursión de Benito y la salida a la desesperada de Conan, que ha salido victorioso en el choque de trenes.
De la ocasión rojilla se ha pasado a velocidad de relámpago a las inmediaciones del otro área, donde un despeje de Unai García ha rebotado en Nacho Vidal para dejar una pelota franca a Guardiola. Ante la carambola adversa, el de Eskirotz ha reaccionado con celeridad sacando abajo.
De lo que ha podido ser el 1-0 se ha pasado casi de inmediato al 1-0. Manu Sánchez ha entrado hasta la línea de fondo –hasta estado muy rápido para que no saliese el balón– para centrar a Budimir, que se ha quedado con el molde, pero la pelota le ha caído a Rubén García, que ha buscado posición de disparo más allá de la media luna y se ha sacado un trallazo colocado, imposible para la estirada de Conan en el 62.
Obligado por su mala ubicación clasificatoria, el Cádiz se ha volcado por completo, con triple cambio ofensivo incluido de Sergio González, a la búsqueda de recuperar algún punto. El recién salido Alejo ha sido el más incisivo por el costado diestro, con un chut raso (m.73), junto a una posterior buena estirada de Aitor a disparo desde fuera del área (m.78)
Arrasate ha tratado de frenar ese ímpetu con una defensa de cinco –ha entrado David García por Benito– para hacer inútiles los centros cadistas desde la banda, buscando a dos torres como Guardiola y Negredo. Los minutos han ido cayendo y Osasuna estaba consiguiendo el objetivo.
Una meta que se ha complicado poco después, pues el conjunto navarro se ha quedado en inferioridad numérica por una expulsión absurda de Abde después de dar una patada sin balón a Iza, cuando el internacional marroquí llevaba apenas instantes en el césped.
Los de Arrasate se han transformado en un frontón ante los continuos balones bombeados del Cádiz, pero los centrales rojillos –ya con Aridane en el campo– se han dedicado a achicar, cuando no los cadistas se han estorbado entre ellos a la hora de rematar.
Paradójicamente, la mejor ocasión para sentenciar la ha tenido Moncayola en el 95 cuando se ha aprovechado de un garrafal error defensivo local para plantarse ante Conan, pero su remate con la zurda se ha encontrado con los pies del cancerbero local.