La jornada del Primero de Mayo se ha caracterizado este domingo en diversos países por una mezcla de reivindicaciones como la demanda de aumentos salariales y una mayor estabilidad en el empleo, con demandas feministas y reclamas electorales a vísperas de elecciones en algunos países.

La controvertida reforma de las pensiones y de la edad de jubilación, recientemente promulgada por el presidente del Estado francés, Emmanuel Macron, ha marcado las manifestaciones del 1 de mayo que no han estado exentas de incidentes y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, sobre todo en ciudades como París, Lyon, Nantes, Toulouse o Besançon.

Italia, su parte, vive este Primero de Mayo con la tradicional manifestación de sus grandes sindicatos pero también con un atípico Consejo de Ministros que aprobará un decreto sobre el mercado laboral y con un concierto reivindicativo en la capital.

La primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, ha irritado a los sindicatos en su primer Día de los Trabajadores en el poder, al celebrar un Consejo de Ministros en festivo y con un decreto en materia laboral que no convence al ser «temporal» y no atajar la precariedad.

Decenas de miles de personas se han manifestado este lunes en toda Grecia para reivindicar mejoras laborales con motivo del 1 de Mayo, una cita que se celebra a menos de tres semanas de unas elecciones generales en las que los sondeos prevén una nueva victoria del partido conservador Nueva Democracia.

El Frente para la Igualdad y los Derechos de la Mujer (FEDF) en Túnez, que reúne a una veintena de organizaciones, ha reclamado este domingo repensar las políticas públicas que perpetúan la discriminación y las desigualdades de las trabajadoras en el acceso y ejercicio de un trabajo digno.

En Rusia, inmersa en plena guerra en Ucrania, los actos por el Primero de Mayo dejaron a un lado cualquier reivindicación de tipo económico y se centraron en la retórica política. En este sentido, el Partido Comunista de Rusia abogó por la solidaridad antifascista y por la alianza de este país con China, India e Irán. Este año, Rusia ha reducido significativamente las tradicionales celebraciones con ocasión del Día del Trabajador, debido al «alto riesgo terrorista» por su campaña militar en Ucrania.

En China, el presidente Xi Jinping ha enviado un mensaje de felicitación a los trabajadores en el que les pide que «cultiven una ética del trabajo», al tiempo que insta a los «gobiernos de todos los niveles» y al gobernante Partido Comunista «a proteger los derechos e intereses legítimos de los trabajadores, a resolver sus problemas y a promover un entorno en que sean tratados con respeto».

Unas cuarenta personas han sido detenidas este lunes en Estambul cuando marchaban hacia la céntrica plaza de Taksim, lugar tradicional para congregaciones de sindicatos y movimientos de izquierda, hasta que el Gobierno de Turquía vetó en 2013 el uso de esta plaza para este tipo de actos.

Por su parte, Cuba no ha celebrado su tradicional desfile del Día Internacional de los Trabajadores el Primero de Mayo en la Plaza de la Revolución por la crisis de combustible que lleva varias semanas afectando al país.