Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

Fernando Guzzoni: «‘Blanquita’ incide en el engaño, la ética y la interpretación de la verdad»

Presente en Zinemaldia con sus dos trabajos anteriores (‘Carne de perro’, 2012, y ‘Jesús’, 2016)-, Fernando Guzzoni estrenará su tercer trabajo, ‘Blanquita’, el próximo 12 de mayo. El filme toma como referencia un caso de pedofília en el que se vieron involucrados miembros de la política chilena.

La sociedad chilena se vio convulsionada en 2003 tras salir a la luz pública los delitos que provocaron la detención del empresario Claudio Spiniak.

El llamado ‘Caso Spiniak’ comenzó a adquirir relevancia cuando la diputada Pía Guzmán acusó públicamente y a través de una rueda de prensa, celebrada en octubre de 2003, a tres parlamentarios, cuyos nombres no fueron revelados, de estar involucrados en una red de pedofilia encabezada por Spiniak.

Según su declaración, los parlamentarios supuestamente involucrados eran dos senadores de la Alianza por Chile y uno del Partido Demócrata Cristiano. Un artículo del escritor Pablo Huneeus acusó posteriormente a los senadores Carlos Bombal y Jovino Novoa de ser los aludidos por Guzmán.

Spiniak, el principal inculpado, fue condenado a 5 años de cárcel por cuatro abusos sexuales. Una nueva revisión del caso, donde se agregaron nuevos cargos por abuso, fijó la pena de Spiniak en 12 años de presidio.

Posteriormente, Spiniak se vio beneficiado con la rebaja de su pena a 10 años, saliendo con libertad el 16 de diciembre de 2013. Estos son los mimbres con los que el director chileno Fernando Guzzoni ha creado su tercer largometraje, ‘Blanquita’.

Con sus dos anteriores filmes (‘Carne de perro’, 2012, y ‘Jesús’, 2016), Guzzoni participó en diferentes ediciones de Zinemaldia. La primera se alzó con el Premio Nuevos Directores y la segunda estuvo presente en la Sección Oficial.

Sobre ‘Blanquita’ explicó que «esta película se basa en una investigación de un año sobre el ‘Caso Spiniak’. Fue uno de los casos más turbulentos y confusos para la historia judicial, política y periodística chilena de los últimos 15 años. Tras adentrarnos en los detalles del caso, a través de una exhaustiva investigación de las numerosas fuentes como noticias, archivos del caso, expedientes judiciales y entrevistas, hubo un personaje en esta condenada historia que fue el que más me fascinó: Gema Bueno, ‘La testigo clave’, ‘la menor’, ‘Gema Malo’. Una chica de veinte años que dividió a la opinión pública y mantuvo en vilo a la nación durante nueve meses y que acabó entre rejas, pero la sociedad se desgarró con su caso».

‘Blanquita’ se presenta, de esta manera, como una indagación sobre la verdad personal, el engaño, la ética y la interpretación de la verdad, pero sobre todo, y en opinión de su director, «trata de la doble vida de una chica o una niña cuya falta de oportunidades y la constante decepción por parte de las mismas instituciones que prometieron protegerla, la llevaron al límite. Busca su venganza de clase a través de su testimonio contra los poderosos. Mi objetivo era presentar a un personaje enfrentado al escepticismo de unos y a la devoción ciega de otros, sin juzgarlo. Una historia sobre alguien que dice la verdad o que tal vez adapta sus emociones para sobrevivir, por placer, por amor, por necesidad o por narcisismo».

En su exposición, Guzzoni añadió que «esta historia se inspira en aquellos hechos, pero los he convertido en un melodrama en el que los medios de comunicación desempeñan un papel importante a la hora de retratar la tragedia de las víctimas, los asesinatos y el abuso de menores por parte de personas poderosas. En este caso, nada es lo que parece. Esta película es una obra de ficción que extrae elementos reales del caso y se presenta como una historia independiente que podría haber tenido lugar en muchos países diferentes».

No es un personaje femenino santificado

El firmante de ‘Carne de perro’ tuvo claro que quería incidir en quienes ostentan el poder y quienes se aferran a ello para sobrevivir. Según dijo, «me interesa el concepto que el filósofo italiano Giorgio Agamben llamó ‘Homo Sacer’. Se refería a las personas que no tienen acceso a los derechos humanos, que son parias, que no tienen poder. Personas que, por algún tipo de accidente, acaban rozando a quienes ostentan el poder. Pero, normalmente, la llamada élite es también la que dicta sus normas».

Finalmente, y en relación a cómo perfiló a su protagonista, el director chileno reveló que «en realidad, creo que sus acciones y sus decisiones son bastante claras, pero no es un personaje femenino santificado. Por otra parte, la película trata de una mentira o de una verdad a medias, de las cosas que ella omite, así que pensé que sería bueno evitar cualquier sermón. Me gusta la idea de que este personaje es una bomba de relojería, y que su personalidad tiende a inclinarse más hacia el interior».

«En el fondo, esta película es un juego en el que todo el mundo lleva una máscara, todo el mundo interpreta un papel. Nadie se atreve a mostrar su verdadero rostro. En este sentido, la calle es un lugar en el que se sigue actuando, en el que se libra una lucha similar a la de ‘Blanquita’», añadió.