Ramon Sola
Aktualitateko erredaktore burua / Redactor jefe de actualidad

Doce Osasuna-Madrid entre la polémica y la épica

Desde el retorno de Osasuna a Primera en 1980, los enfrentamientos con el Real Madrid han sido fuente inagotable de emociones y tensiones. El petardo de Buyo, el 0-4 de Urban, el gol de Robinson, el «tírate bien» de Pérez Burrull... y ahora toda una final de Copa.

Juanfran y Monreal, tras marcar el primero el 2-1 al Madrid que salvaba a Osasuna en el último partido de 2009.
Juanfran y Monreal, tras marcar el primero el 2-1 al Madrid que salvaba a Osasuna en el último partido de 2009. (Iñigo Uriz | Foku)

Son doce partidos los incluidos en esta selección, pero bien podían ser el doble sumando la noche en que Carlos Vela volvió loco a Sergio Ramos, la tarde del primer gol de Roberto Torres como rojillo, la del enfrentamiento cara a cara entre Cristiano y Pandiani... Y es que hay muy pocos partidos entre Osasuna y Real Madrid que hayan resultado irrelevantes en estas últimas décadas. Repasamos algunos en trayectoria «in crescendo».

12. La última victoria, allá por 2011

En las tres décadas anteriores, las victorias rojillas ante los blancos fueron habituales, pero la sequía ahora se alarga. Para encontrar un triunfo osasunista, hay que irse hasta enero de 2011, con Camacho en el banquillo navarro. Fue un partido trabado que se decidió al final con una jugada al borde del fuera de juego en que asistió Aranda y remató Camuñas (1-0)

En los últimos años, el ‘Qué miedo me da, qué miedo me da, ser del Madrid y jugar en el Sadar’ ha caído a puro tópico, y curiosamente Osasuna ha conseguido mejores resultados en el Bernabéu que en su feudo, con dos empates estas dos últimas temporadas.

11. Robinson silencia el Bernabéu

Michael Robinson tuvo un paso efímero por Osasuna, pero le dio para marcar dos veces en el feudo merengue. Primero en 1987, con un gol conseguido a los 45 segundos, aunque el partido terminó en derrota, y después, al inicio de la 88-89, más fructífero porque el encuentro concluyó 2-2. El otro gol rojillo lo hizo Miguel Merino, el padre del hoy realista Mikel.

10. Manfredini, visto y no visto

Una de las victorias más sorprendentes se produjo en la 2002/03. Por el contexto, con un Osasuna que tras retornar en 2000 penaba para salvar la categoría y un Real Madrid galáctico, y más aún por el protagonista del 1-0: Christian Manfredini, un italiano de ascendencia marfileña. Era un lateral izquierdo de poderosa zancada que lució sus virtudes para sentenciar aquel partido. Luego, poco más hizo con la zamarra rojilla; de hecho, fue su único gol antes de seguir carrera en Florentina o Lazio.

 

Javier Aguirre acababa de llegar al banquillo rojillo y Vicente del Bosque estaba en el del Madrid. El luego ganador mundialista tenía una espina clavada en El Sadar: una temporada antes, Osasuna ya le había derrotado por 3-1, con un golazo del pequeño gran Alfredo.

9. Etxeberria, Irigibel, Martín... y Juanito

Como símbolo de las victorias de los 80 se puede tomar la del 21 de febrero de 1982, porque sobre un barrizal, Osasuna impuso su mayor fuerza. Y porque, además, en aquel 3-2 marcaron los tres componentes de su delantera más mítica: Etxeberria, Irigibel y Martín. Anotó primero el extremo izquierdo, luego Camacho y Pineda pusieron el 1-2 en el marcador, y el ariete empató en el 52 para que Etxebe remachara el triunfo en el 84.

Entre los merengues había dos jugadores que motivaban especialmente a la grada navarra: el alemán Stielike, al que le encantaba encararse con Graderío Sur, y Juanito, que en su primera visita a El Sadar había sido recibido con un gorrín corriendo por el campo vestido con una camiseta blanca y el número 7. Decididamente eran otros tiempos.

 

8. La última visita, empate

Un motivo de esperanza ante el duro reto de la Cartuja son los dos empates en las dos últimas visitas al Bernabéu (0-0 y 1-1). Dos partidos en que la defensa de Osasuna se ha manejado con solvencia ante las embestidas de Vinicius, Benzema, Rodrigo y compañía. En la primera de ellas, incluso pudo ganar con un tiro al palo de Moncayola.

En esta última, fue Kike García el que puso tablas justas en el marcador, tras haberse ido el Madrid al descanso por delante con un polémico gol. Era la jornada 7 y pocos hubieran pensado entonces que ambos se verían las caras siete meses después en una final de Copa.

7. El show de Milosevic

El mismo resultado, pero mucho más épico, se produjo en diciembre de 2005. Osasuna estaba con Aguirre en la cresta de la ola, en una temporada en la que acabaría cuarto y llegaría a la previa de Champions (de hecho, a ese partido del Bernabéu llegó segundo). Aunque el partido se recuerda sobre todo por la exhibición portentosa de Savo Milosevic; aquel fue su mejor partido en las tres temporadas en Iruñea.

 

El encuentro arrancó muy torcido, con roja directa a Patxi Puñal por un dudoso codazo a Roberto Carlos al cuarto de hora. Pero Osasuna no solo resistió, sino que se puso por delante con cabezazo del servicio en el minuto 75. En el 83 empató Soldado, que una temporada después pasaría a vestir de rojillo. La victoria estuvo muy cerca y hubiera sido una auténtica hazaña tras hora y cuarto de partido con un jugador menos.

6. «Juanfran, por lo menos, tírate bien»

En la era anterior al VAR, pasar por la Castellana era muchas veces un suplicio arbitral. En los 80 y 90 apenas había repeticiones televisivas para probarlo, pero ya corría el año 2009, cuando un árbitro llamado Alfonso Pérez Burrull no solo quitó dos penaltis claros a Osasuna (uno de ellos clamoroso, de Pepe), sino que terminó expulsando por dos amarillas por presunta simulación a quien los había sufrido, Juanfran. Y lo coronó con un «Juanfran, por lo menos, tírate bien».

 

Aquella tarde Camacho aprendió, desde el otro lado de la barrera, cómo se las gastaban los colegiados en el Bernabéu con los visitantes modestos. El partido acabó 3-1 para los locales, pero ¿qué habría ocurrido en caso de pitarse los dos penaltis y no dejar a Osasuna con diez? Hasta ‘Marca’ admitió la tropelía: «La hinchada madridista tardará en olvidar este partido a causa de la inexplicable expulsión de Juanfran, que merece un hueco destacado en el museo de los horrores arbitrales. Al interior rojillo le hicieron dos penaltis como la Plaza del Castillo».

5. Dolorosa liga del Madrid en El Sadar

Muchas victorias blancas en este periodo han sido más lógicas que dolorosas, pero hubo una que escoció especialmente: fue la de mayo de 2008, cuando Osasuna estaba al borde del descenso y se puso por delante a diez minutos del final con penalti marcado por Puñal.

 

Ahí emergió el gen ganador del Madrid. Le dio la vuelta al tanteo con un gol final de Higuaín sobre la bocina. Con ello los blancos se proclamaban campeones de Liga en El Sadar, para mayor penitencia osasunista.

4. 0-3 en el Aberri Eguna

Este podía haber sido el mejor día histórico de Osasuna ante el Madrid, de no mediar el 0-4 de 1990. Corría 2004, era la noche de un domingo 11 de abril, Aberri Eguna para más señas, y los rojillos se regalaron un 0-3 en el Bernabéu ante un equipo merengue que estaba de capa caída.

La victoria la disfrutó especialmente Pablo García, que se las había tenido tiesas con Guti y compañía, y que marcó ante Casillas con una suave vaselina. Antes abría el marcador Valdo y luego lo culminó Moha.

3. El petardo de Buyo

A finales de los 80, los Osasuna-Madrid se jugaban en una auténtica olla a presión, mezcla de agravios arbitrales, reivindicaciones locales, ecos del conflicto armado... El vaso se desbordó en la 88-89, con los constantes petardos contra el portero Buyo desde un Graderío Sur que echaba fuego literalmente. Las imágenes hablan por sí solas de cómo era aquel fútbol.

En ese ambiente enardecido, Osasuna se puso por delante justo antes del descanso con gol de Pizo Gómez, pero tras un nuevo petardazo, el Madrid –liderado por Michel– se plantó, se marchó a vestuarios y el partido quedó suspendido. Se reanudaría en la Romareda de Zaragoza, a puerta cerrada y de nuevo con polémica por la parcial actuación arbitral. Acabaría 1-1 tras un gol de falta de Hugo Sánchez.

2. Juanfran lo rompe todo

Quizás nunca haya habido mayor explosión de decibelios en el Sadar que aquel 31 de mayo de 2009. Osasuna tenía que ganar a un Madrid que no se jugaba nada para seguir en Primera, tras una remontada espectacular al haber concluido la primera vuelta con 13 míseros puntos. Venía ya de ganar en el Camp Nou (0-1, Pandiani), ante un Barça que también estaba de prevacaciones. Pero también había que derrotar al Madrid.

 

El guion del partido fue criminal, porque empezó ganando el Madrid. Plasil igualó antes del descanso en un regalo de Casillas, y ya en la segunda parte, Juanfran enganchó una volea tremenda en un córner que reventó El Sadar (como refleja el vídeo). Al final 2-1, agónico, con el plus emotivo de la despedida de Krutxaga, una tarde imposible de olvidar.

1. Y el 0-4 de Urban

Aunque nada más rotundo que aquel 30 de diciembre de 1990. La Nochevieja se adelantó en Iruñea con una inapelable goleada que encumbró a Jan Urban, autor de tres goles, uno de ellos desde más de 30 metros y por la escuadra. Iñigo Larrainzar completó la fiesta.

 

Había que pellizcarse para creer algo así, probablemente irrepetible. Aunque visto en perspectiva, en aquella campaña los dos equipos no andaban tan lejos en la clasificación. Osasuna acabaría cuarto en la liga de la mano de Pedro Mari Zabalza, con solo un punto menos que el Madrid. En el otro banquillo estaba Alfredo di Stéfano, que sería cesado poco después.