EH Bildu, una vez más, está copando titulares electorales mucho más allá del Ebro. Los partidos estatales utilizan a la coalición soberanista como arma arrojadiza contra sus adversarios políticos. Primero fueron las listas de EH Bildu y la inclusión de 44 personas condenadas por la Audiencia Nacional. Tras la renuncia «para contribuir a la paz y la convivencia» de los siete candidatos que fueron condenados en sumarios con víctimas mortales, han llegado las acusaciones de pactar con la izquierda soberanista.

El último episodio se produjo ayer miércoles en el Congreso español, donde la vicepresidenta primera del Gobierno español y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, acusó al PP de «tener algún pacto» con EH Bildu. La respuesta del PP, de la mano de Eloy Suárez, fue que ellos «jamás» harían algo así.

Ambos se encontraron con que el siguiente turno era el del diputado de EH Bildu Oskar Matute que, «por hacer un puro ejercicio de respeto a la verdad, que parece que en el Estado español eso ni cotiza», quiso aclarar algo. Tras negar ese pacto, señaló que «si vamos a hablar de pactos, podíamos hablar de cómo llegó Patxi López a la Lehendakaritza, que llegó con un pacto con el PP».

Sin embargo, el asombró para algunos llegó después. «Hay un dicho español que dice algo así como que tengas cuidado con lo que dices para que no te caiga encima». Matute relató cómo en 2015 el PP propuso un apaño a EH Bildu para reelegir a Javier Maroto como alcalde de Gasteiz, tal y como ya contó GARA en 2019. «Recuerdo cierto momento en el Parlamento de Gasteiz en el que cierto dirigente del PP de Araba se dirigió a nosotros en las elecciones municipales de 2015 para pedirnos que votáramos a nuestra propia lista y que no saliera así la candidatura del PNV a cambio de que ellos se equivocaran en dos alcaldías de Araba que podíamos negociar. Lo digo no porque me lo hayan contado, sino porque yo estaba allí, cuando vino ese dirigente del PP alavés a hacernos esa proposición que, yo entiendo, es bastante deshonesta», explicó.

Aquel dirigente era Iñaki Oyarzábal, entonces dirigente del PP alavés. La propuesta, por cierto, se la realizó al presidente de Sortu Hasier Arraiz, uno de esos 44 señalados por Covite en las listas actuales de EH Bildu y que ya entonces era parlamentario. La historia, según ha señalado el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu, provocó «caras de asombro» en la bancada.

Arraiz hizo saber a Oyarzábal que con los planteamientos de carácter xenófobo que Javier Maroto había hecho sobre el cobro de las ayudas sociales, para EH Bildu no dejarles gobernar se había convertido en una prioridad, aunque fueran el partido más votado del Ayuntamiento. Y así fue.