Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

Isabel Allende: «Seremos libres de tragedias sin el patriarcado»

Isabel Allende presentó en una rueda de prensa telemática ‘El viento conoce mi nombre’, una novela en la que pasado y presente se entrelazan para relatar la vida de un niño que eludió el Holocausto y la de una niña que escapó de la masacre de El Mozote que se produjo en El Salvador en 1981.

Isabel Alllende presentó su nueva novela, ‘El viento conoce mi nombre’.
Isabel Alllende presentó su nueva novela, ‘El viento conoce mi nombre’. (Lori Barra | PENGUIN RANDOM HOUSE)

​‘El viento conoce mi nombre’, la nueva novela de Isabel Allende publicada por Plaza & Janés, comienza con la historia de Samuel Adler, un niño judío austriaco que, tras la llamada ‘Noche de los cristales rotos’, es enviado por su madre a Gran Bretaña.

Ocho décadas más tarde, Anita Díaz sube con su madre a bordo de un tren para escapar de un inminente peligro en El Salvador y exiliarse en Estados Unidos, como antes hicieron otros que lograron escapar de una de las matanzas más crueles que aún hoy se recuerda: La Masacre de El Mozote, ejecutada por el Gobierno militar salvadoreño en 1981.

La llegada de Anita y su madre a la frontera mexicana coincide con una nueva política gubernamental que las separa.

A través de una rueda de prensa telemática, Isabel Allende recordó que «en alguna ocasión me he definido como eterna extranjera y como tal, me nutro de mi propia experiencia para escribir sobre lo que conozco, de aquello por lo que lucho».

El origen de ‘El viento conoce mi nombre’ vino por diferentes cauces. Según la escritora, «en 2018 en Estados Unidos cobró forma una medida instaurada de Donald Trump que provocó que en la frontera de México, muchas madres vieran cómo sus bebés les eran arrancados de sus brazos y encerrados en jaulas. Aquellas escenas me conmocionaron. Más tarde vi una obra de teatro titulada ‘Kindertransport’, un programa que salvó a miles de niños durante el Holocausto. En dicha obra se hablaba de una niña que sufrió aquella tragedia y yo la transformé en uno de los protagonistas de mi novela –Samuel Adler– que, 80 años después, es testigo de una tragedia similar y que está relacionada con la otra protagonista, Anita Díaz».

Crisis humanitaria

Sobre cuál sería la fórmula para erradicar este tipo de tragedias, Allende fue tajante cuando respondió que «seremos libres de tragedias sin el patriarcado y cuando este sea reemplazado por un sistema mucho más humano. Tengo 80 años y durante mucho tiempo ser feminista era un insulto. Hoy en día, creo que todo está cambiando. Estamos avanzado, lentamente, pero para allá vamos y gracias a la fuerza e intelecto de millones de mujeres».

La presencia del personaje de Anita Díaz propició que la autora plasmara en ella elementos que siempre la han acompañado.

Por ejemplo, la niña de la novela crea un mundo de fantasía para refugiarse de la tragedia que sufre recluida en la frontera de México.

Según la autora «yo tenía un universo propio, un mundo mágico rodeada de libros y que se encontraba en el sótano de la casa de mi abuelo, al que tenía prohibido bajar. El fantasma de mi abuela siempre me acompaña en aquel lugar y es un mundo en el que también habita Anita y que ella ha llamado Azabahar».

Finalmente, y sobre lo que está pasando en la frontera de México con Estados Unidos, donde la escritora cuenta con una fundación de apoyo a organizaciones y personas que trabajan en la zona, explicó que «hay una gran crisis humanitaria. En lugares como Laredo todo está controlado por las bandas y el narcotráfico. La gente tiene que pagarles 500 dólares. No tienen dinero y las mujeres no quieren salir a la calle por miedo a ser violadas o secuestradas. Los gobiernos lo saben, pero no hacen nada. El problema no se arregla construyendo murallas».