Los movimientos políticos se aceleran ante la decisiva jornada del sábado, en la que se decantarán todas las alcaldías. Uno de ellos, oculto hasta ahora, es la apertura de conversaciones por parte del PP con PNV y PSE para intentar obtener la vara de mando en Guardia y Bastida. Se trata de dos localidades en las que el PP ha sido la fuerza más votada, como ya ocurrió hace cuatro años, pero EH Bildu tiene la firme determinación de apoyar al PNV en ambas para desbancar a la derecha española, dentro de su compromiso general en este sentido y que en su día ya le llevó a dejar sin alcaldía a Javier Maroto en Gasteiz.

Esta vía ha sido revelada en Radio Euskadi el miércoles noche por Iñaki Oyarzábal, presidente del PP en Araba, que ha dicho que han tenido «conversaciones directas» tanto con PNV como con PSE en este sentido. Por parte de las formaciones presididas por Andoni Ortuzar y Eneko Andueza siempre se han sostenido que no habrá pactos con el PP, aunque sí están abiertos a recibir sus votos para alcanzar alcaldías allá donde EH Bildu ha sido la fuerza más votada, como ocurre en Gasteiz con Rocío Vitero.

Así, el objetivo expresado por Oyarzábal es alcanzar un acuerdo conjunto en el que el PP dé la vara de mando en la capital alavesa a Maider Etxeberria (PSE), como candidata de la entente PNV-PSE, a cambio de no ser desbancado en Bastida y Guardia. Parece improbable que lo consiga, porque para ello necesitaría que el PNV no presentara candidato a la votación del sábado, y en Guardia el jeltzale Raúl García ya ha dicho que concurrirá.

En el caso de que esta jugada en Rioja alavesa no prosperara, parece improbable también que el PP no acabe apoyando a Etxeberria en Gasteiz, puesto que tanto desde la dirección estatal como desde la autonómica Alberto Núñez Feijóo y Carlos Iturgaiz han marcado un criterio claro de arrebatar a EH Bildu las alcaldías allá donde se pueda. Iturgaiz lo ha presentado como una decisión «patriótica» española.

Tras estas afirmaciones de Oyarzábal, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha negado un diálogo en este sentido, pero tampoco ha descartado que no acaben presentando candidatos en estos puntos.

«Lo que nosotros hemos hecho y hemos buscado desde el primer momento ha sido cerrar un acuerdo con el PSE-EE. Eso es lo que se ha hecho y no hay nada más. Oyarzabal puede decir lo que quiera, pero no hay nada más», ha destacado en ETB-1.

Ha añadido que será el Araba Buru Batzar (ABB) el que decida «qué hacer en esas dos localidades o en otras», para añadir que normalmente presentan sus candidatos, «aunque no siempre y no en todos los sitios».

Situación y antecedentes

En Guardia, este 28 de mayo el PP ha obtenido 345 votos y cuatro concejales; el PNV, 332 votos y tres ediles; EH Bildu, dos representantes; y el PSE uno. La suma PNV-PSE no es suficiente por tanto para lograr mayoría absoluta y se necesita la implicación de EH Bildu. Por si quedaran dudas, EH Bildu de Guardia ha dejado claro en una nota este miércoles que «volveremos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para desalojar al PP del Gobierno municipal».

«Lo hicimos hace cuatro años y lo volveremos a hacer porque por encima de intereses partidistas o negociaciones que se puedan llevar a cabo fuera de nuestro municipio, estamos convencidos y convencidas de que un Gobierno del PP en Laguardia nos pone mirando al pasado, no resuelve los problemas de la ciudadanía y no abordará los grandes retos que tiene nuestro municipio. Decimos lo que hacemos y hacemos lo que decimos. Por eso, nuestro compromiso es claro y animamos al resto de formaciones políticas y agentes sociales del municipio a, desde la responsabilidad, priorizar las necesidades de Laguardia», añade.

En Bastida el PP cuenta con cuatro ediles, los jeltzales tienen tres y EH Bildu dos.

Habrá que prestar atención también a la vecina Oion, donde EH Bildu tiene cinco ediles, el PNV tres, el PP dos y el PSE uno. Si el PNV presenta candidatura y suma los apoyos de PSE y PP, arrebataría la alcaldía al independentismo de izquierdas.

Hace cuatro años, EH Bildu y PNV cerraron un acuerdo previo a la constitución de ayuntamientos, por el que el PP quedó desbancado tanto en Bastida como en Guardia.