Satisfacción entre representantes de ELA, LAB y CCOO por el seguimiento que ha tenido la primera jornada de huelga, de las dos convocadas, entre los cerca de 30.000 trabajadores del sector, de ellos 20.000 son asalariados y el resto autónomos.

En una comparecencia antes del inicio de una manifestación por la Gran Vía bilbaina, Txema Herrero, secretario general de la Construcción de CCOO Euskadi, ha cifrado en un 80% las empresas que han secundado la convocatoria. «Todo el hormigón y todo el asfalto está parado», ha destacado.

Herrero ha denunciado el «inmovilismo y la injusticia de la patronal«, así como «la gravedad» que supone «no querer subir el IPC a los trabajadores.

«Es inentendible que un sector de la Construcción de Bizkaia, que representa el 10% del PIB en este país, que el año pasado significó en las licitaciones públicas 1.147 millones de euros y este año, a fecha de junio ya va con adjudicaciones por valor de 600 millones de euros, a los trabajadores, que son quienes ejecutan las obras, no se les pueda subir el incremento salarial acorde al IPC», han manifestado desde la central que ostenta el 49% de la representación sindical.

En la reunión celebrada el pasado martes, Ascobi ofreció un incremento salarial del 3,7%, lo que fue rechazada por la parte social.

A raíz del convenio firmado

Mientras CCOO se ha manifestado por la Gran Vía, al mediodía, ELA y LAB se han concentrado en el Sagrado Corazón ante la sede de la patronal. Desde ELA, con una representación del 32,75% en el sector, que no firmó el convenio al igual que LAB, han señalado que se encuentran en el actual situación después de que CCOO y UGT rubricaran convenios de 2021 a 2024 e «inéditamente» no se acordó la actualización del IPC. «Entendemos que eso es un 0% de subida y a partir de ahí, nos encontramos en conflicto», han expuesto.

La propuesta sindical es una subida del 5,7% frente al 3,7% que oferta la patronal. No hay previsión de una nuevo reunión entre las partes, por lo que, tras la jornada de huelga de este viernes, cada una de las centrales hará su diagnóstico, aunque no se descartan nuevos paros para después del verano.

Desde LAB han incidido en que los trabajadores no tenían otra opción que salir a la calle. «Hay que recordar que se firmó un convenio para cuatro años, dos de los mismos no tenían una subida salarial pactada. Habrá también que identificar a quiénes son los responsables de ello –en referencia a CCOO y UGT–, y ahora la patronal plantea una subida que no garantiza ni el poder adquisitivo y además retrae parte de las cuantías económicas a un supuesto fondo de pensión estatal», han expuesto LAB.

Han apuntado a que este último punto es «una injerencia importantísima que no aceptamos», que advierten «pone en cuestión el propio convenio colectivo provincial».

LAB ha incidido también en la coyuntura en que se produce el conflicto, donde «tanto los contratos de obra civil como de obra privada son muy superiores a los del año pasado, y todos y todas somos conocedores que, además, los costes de producción derivados de esos contratos de obra civil y privada están siendo derivados al cliente final».

Han dicho no entender «la postura ni de la patronal ni, lógicamente, de los que firmaron el convenio que nos ha dejado en esta situación».