La crisis desatada tras la muerte, el pasado martes, del joven Nahel M. en Nanterre se ha extendido a los barrios populares de otras muchas localidades francesas.

En el departamento del que forma parte Euskal Herria se produjeron anoche incidentes, centrados en el barrio Saragosse de Pau, aunque también se registraron protestas en Billère y Jurançon.

A raíz de esos incidentes la Prefectura de Piririneos Atlánticos ha optado por emular a las autoridades de la región parisina y se ha decidido a adoptar restricciones que han llegado, de forma sorpresiva, también a Euskal Herria.

Ha sido a media tarde de este 30 de junio cuando los usuarios de la red Txik Txak han recibido un sms con el siguiente anuncio: «A petición de la Prefectura, no funcionará ningún autobús a partir de las 21.00 de hoy».

La red de transporte colectivo de Ipar Euskal Herria añade que la medida se mantendrá en noches sucesivas y «hasta nueva orden».

En un fin de semana de desplazamientos

La decisión se adopta sin apenas dar tiempo a los usuarios para adaptarse a la limitación de horario, en un fin de semana de gran movilidad y con numerosas propuestas culturales y festivas en Ipar Euskal Herria que aconsejan priorizar el transporte público. Sin ir más lejos ,en Irisarri se celebra el festival Euskal Herria Zuzenean.

La suspensión del servicio de autobús a partir de las 21.00 es la primera decisión que traslada el escenario de crisis de Nanterre a Euskal Herria.

No obstante la Prefectura ha adoptado también otras restricciones.

Tras visitar esta mañana la zona del mercado de la capital bearnesa, la más afectada por las acciones de manifestantes que protestaban por la muerte de Nahel, el prefecto de Pirineos Atlánticos, Julien Charles, ha condenado los hechos y ha pedido calma.

Horas después, el delegado gubernamental ha hecho saber que queda prohibida la manifestación convocada para las 20.00 de este viernes a la entrada de la Prefectura, en la capital bearnesa.

Julien Charles ha evocado el «riesgo grave de perturbación del orden público» para justificar esa limitación del derecho de manfestación que se extiende a Billère y Jurançon.

Mientras el Gobierno francés no descarta ya la hipótesis del estado de urgencia, tras una noche con más de 600 detenidos, el prefecto Charles ha emitido otra circular, en este caso a escala departamental, por la que se prohíbe la venta de material pirotécnico además de carburantes y otros materiales inflamables «para su traslado en todo tipo de recipientes».