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Yolanda Díaz tiende la mano a los hombres para que la derecha no consiga «dividir» al feminismo

«El feminismo no está en guerra contra nadie, a pesar de la insistencia del señor Abascal en decirlo cada día y convertir el feminismo en una guerra de sexos», ha declarado Yolanda Díaz (Sumar), para pedir al feminismo que no caiga en «la trampa de la derecha».

Elisabeth Duval y Yolanda Díaz, en el acto sobre feminismos celebrado en Madrid.
Elisabeth Duval y Yolanda Díaz, en el acto sobre feminismos celebrado en Madrid. (EUROPA PRESS)

La candidata de Sumar a la Presidencia del Gobierno, Yolanda Díaz, ha rechazado este martes que la ultraderecha intente reducir al feminismo a una «guerra de sexos», y ha pedido al movimiento no caer en «la trampa de la derecha», que consiste en intentar «dividirlo». Para ello, ha apelado a los «hombres que también se suman a las libertades».

«El feminismo no está en guerra contra nadie, a pesar de la insistencia del señor Abascal en decirlo cada día y convertir el feminismo en una guerra de sexos», ha declarado Díaz en un acto sobre feminismos celebrado en el Teatro Pavón de Madrid.

La también vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo ha censurado el «modelo hegemónico de masculinidad que quiere la extrema derecha», consistente en el «matonismo», y que no hace sino «conducir al sufrimiento» a los propios hombres que lo practican.

«Estamos ganando libertades las mujeres y los hombres», ha seguido Díaz, apelando además a los «hombres que también se suman a las libertades» y «combaten el machismo en nuestro país, que combaten la homofobia». «Vamos a seguir ensanchando derechos con esos hombres», ha subrayado.

Insistiendo en que el feminismo «pierde cuando se le coloca en un rincón, en las trincheras», Díaz ha asegurado, a su vez, que en las elecciones del 23 de julio «nos jugamos las libertades» como el matrimonio homosexual o el aborto, debido a la amenaza de «los hombres cavernícolas» del PP y de Vox.

La portavoz de feminismos, igualdad y derechos LGTBI, la escritora Elisabeth Duval, ha apuntado asimismo que el feminismo «no es una batalla cultural», sino «el proyecto de transformación social, de revolución social, más completo y radical para el siglo XXI», que debe incorporar «un componente de clase», y que un partido político no debe «tutelar» ni «dirigir» al movimiento feminista, sino «respetarlo».