Bruce Lee nació en Estados Unidos el 27 de noviembre de 1940, en San Francisco, pero creció en Hong Kong, donde realizó una veintena de películas que le convertirían en una estrella en China, entre ellas ‘Love’ –filmada por Chun Kim en 1955–, en la que interpretaba un personaje romántico, muy alejado de la imagen que luego se forjaría.

Durante su juventud compaginó la actuación con clases de baile y con las artes marciales; primero con la práctica del Tai Chi y después en el estilo Wing Chun, de la mano del maestro Yip Man. Desde sus inicios destacó en este arte chino de la defensa personal, a pesar de sus problemas de visión.

En 1959, a su regreso a los Estados Unidos, abrió su primera escuela de artes marciales, a la que llamó Jun Fan Gung-Fu Institute, en la ciudad de Seattle.

Lee combinaba la pasión por el deporte con sus estudios de filosofía en la Universidad de Washington, que consiguió sufragarse impartiendo clases de Wing Chun Kung Fu, y con una afición incipiente por escribir poesía centrada en la contemplación, la melancolía, el amor y la unión con la naturaleza.

Poeta y guerrero

Creaciones poéticas que en el año 1999 fueron recogidas por el escritor John Little, que consiguió reunir 21 de ellas en el libro ‘Bruce Lee Artist of Life: Inspiration and Insights from the World's Greatest Martial Artist’. Una faceta poco conocida en la que Lee aportó profundas reflexiones sobre el ser humano, que luego trasladaba a sus combates, destacando el principio taoísta de la ‘no acción’, que señala que la mejor manera de enfrentar una situación, especialmente si es conflictiva, es no actuando.

Este principio está muy presente en el Jeet Kune Do, el método de combate que él mismo creó en el año 1967, mezclando conceptos procedentes del Wing Chun, boxeo, esgrima, judo, kickboxing, tangsudo o lucha grecorromana.

No obstante, el talento de Lee abarcaba tantas facetas que, a finales de los 60, tras realizar algunos pequeños cameos en cintas que nada tenían que ver con las artes marciales, como ‘Marlowe, detective muy privado’ (1969), la productora y distribuidora china Golden Harvest realizó un pionero acuerdo con Hollywood para introducir las películas de Lee en el mercado occidental.

Dicha unión propició el éxito de cintas como ‘Karate a muerte en Bangkok’ (1971), de Lo Wei, en la que asumió su primer rol protagonista. Por entonces, y siendo reconocido en la gran pantalla, intentó, sin éxito, plasmar en la pequeña pantalla un proyecto personal titulado ‘The Warrior’.

Una serie que él mismo desarrolló, pero que no llegó a producirse, sobre un experto en artes marciales que es enviado al lejano oeste.

Dicha serie hoy es una realidad gracias a sus herederos y en ella Andrew Koji asume el rol protagonista que Lee imaginó para él.

A lo largo de su filmografía encontramos títulos como ‘Furia oriental’ (1972), de Lo Wei, y ‘El furor del dragón’ (1972), cinta dirigida y producida por él mismo y que incluye una antológica pelea entre Lee y el heptacampeón del mundo de kárate Chuck Norris.

No obstante, la película por la que siempre será recordado fue ‘Operación dragón’, dirigida por Robert Clouse en 1973, una película que se conserva en el Registro Nacional de Cine de Estados Unidos, coproducida por Warner Bros, pero que no llegó a ver estrenada, debido a que murió seis días antes, el 20 de julio de 1973.

Lee no pudo finalizar su última película, ‘El juego de la muerte’. En ella aparecía con su mítico mono amarillo –que sería retomado por Quentin Tarantino en ‘Kill Bill’– y fue estrenada póstumamente en 1978 usando imágenes de archivo y actores suplentes.

Tampoco pudo disfrutar de la repercusión de ‘In my own process’, una serie de cartas que escribió en sus últimos años de vida sobre sus inquietudes y las artes marciales, que definía como un arte que «exige ausencia de prejuicios, superstición e ignorancia».

Los textos no salieron a la luz hasta 2017. Bruce Lee falleció en Hong Kong con tan solo 32 años, según fuentes oficiales, debido a un edema cerebral causado por una reacción ‘extraña’ a un analgésico que le habían recetado para una lesión de espalda.

Una muerte que siempre ha estado envuelta en polémicas, incluyendo teorías en torno a un supuesto asesinato.

En 2022, un análisis forense y varios informes médicos revelaron que murió a causa de una hiponatremia. Al parecer, sus niveles de sodio en la sangre eran muy bajos. Su adicción a la marihuana provocó que bebiera agua en exceso y que sus riñones no funcionaran bien. Ello hizo que las células de su cuerpo se hincharan, incluidas las del cerebro.