Ámsterdam ha respaldado, con mayoría en el concejo municipal, una moción para prohibir a los cruceros que atraquen en la terminal de pasajeros, que se encuentra en el centro de la ciudad. Con esta decisión, la capital neerlandesa espera reducir la contaminación de la ciudad y mejorar así la calidad del aire.

La moción ha sido presentada por tres partidos; D66, GroeLink y PvdA. Estos aseguran que la ubicación de esta terminal de pasajeros «no encaja» con los objetivos sostenibles de la ciudad. Además, han asegurado que «este tipo de turismo no aporta mucho» a la ciudad.

«La contaminación del aire a diario que causan los cruceros en el puerto es equivalente a 31.000 camiones dando una vuelta en la carretera de circunvalación», ha destacado la líder del partido D66, Iliana Rooderkerk. La líder del partido ha remarcado en la reunión la importancia de «acabar con los cruceros contaminantes en el corazón de la ciudad».

En 2015, Ámsterdam también abrió el debate de trasladar la terminal a las afueras de la ciudad, en Coenhaven. A día de hoy, aseguran que el debate sigue «sobre la mesa», pero que primero se debería de investigar si es viable y por el momento no se ha dado ningún «paso hacia delante»

El partido de centroderecha, Llamada democristriana (DMA) no ha estado de acuerdo con la moción y ha propuesto buscar una forma «menos drástica» de reducir las emisiones. El partido ha remarcado también que recientemente se ha adjudicado un contrato de una instalación eléctrica en tierra para que a partir de 2025 el %75 de los barcos tengan acceso a instalación.

La terminal del centro de Ámsterdam lleva abierta desde el año 2000 pero los partidos han explicado que es «inevitable» que la terminal sea trasladada para cumplir con los requisitos europeos a partir de 2030. Aun así, no esperan que se traslade hasta después de 2030, cuando se construya el puente occidental en Ámsterdam.

También está teniendo lugar un debate similar en la ciudad portuaria de Róterdam, donde el municipio va a financiar la instalación de una conexión eléctrica a tierra, pero con la condición de que los cruceros puedan seguir atracando en el centro de la ciudad durante al menos los próximos 20 años.