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El 17 de agosto, primer test con la elección de la Mesa del Congreso

Pedro Sánchez junto a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y el presidente del Senado, Ander Gil.
Pedro Sánchez junto a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y el presidente del Senado, Ander Gil. (Antonio GIL | EUROPA PRESS)

La elección de la Mesa del Congreso, que tendrá lugar en la sesión constitutiva fijada para el 17 de agosto, será el primer test de los pactos a los que tendrá que llegar Pedro Sánchez para ser investido de nuevo y continuar en La Moncloa.

La vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, avanzó ayer que aspiran a retener la Presidencia de la Cámara Baja, un puesto que ocupa Meritxell Batet desde abril de 2019. Que lo consigan, y el modo en que lo hagan, podrá ser un indicador sobre las posibilidades para una investidura.

Votación secreta

Las votaciones que tienen lugar en la sesión constitutiva del Congreso para elegir a los nueve miembros de la Mesa son secretas -se realizan con papeleta y urna-, y la primera es la elección de la Presidencia. La logrará la persona que obtenga el voto de la mayoría absoluta. Si en la primera vuelta no hay aspirante que logre esos 176 votos, se repetirá la votación entre los dos con más apoyos y se hará con el puesto quien obtenga más papeletas (mayoría simple).

Para garantizarse conservar el puesto de tercera autoridad del Estado, el PSOE tendrá que sellar pactos, además de con Sumar, con otras formaciones de las que han venido apoyando al Gobierno de coalición y a las que podría ofrecer a cambio algún puesto en la Mesa.

Para la elección del o la aspirante del partido de Pedro Sánchez en la primera votación serían necesarios sus propios votos (122) y los de Sumar (31), y al menos el de ERC (7), Junts (7), EH Bildu (6) y PNV (5). Todos ellos suman 178 diputados, dos más de los 176 requeridos para este trámite.

Lo previsible es que el PP, como partido mayoritario, también aspire a presidir la Cámara. De hecho, ya lo intentó en 2019, siendo segunda fuerza, presentado a Ana Pastor. Para optar a la elección deberá contar con Vox (33 escaños). Ambos suman 169 diputados que pueden llegar a 170 con el respaldo del que tiene UPN, o incluso a 171 si convencen a la de Coalición Canaria, con lo que, en principio, parece imposible que pueda lograrlo en primera vuelta.

Si hay que ir a una segunda votación, que es lo más probable, al PSOE le haría falta el apoyo de Sumar, ERC, Bildu, PNV y BNG (reúnen 172) y le bastaría con el voto en blanco de los siete diputados de Junts. Superarían en un voto a los 171 de PP, Vox, UPN y, si acaso, CC.

Tras la elección de la Presidencia hay que designar en una primera votación a los cuatro vicepresidentes y después a cuatro secretarios, y serán elegidos los que más papeletas obtengan en cada una de las tandas. Alguno de esos puestos son los que el PSOE podría ceder a algún socio, incluido Sumar, a cambio de su apoyo para la Presidencia.