Urtzi Urrutikoetxea

Trump ha vuelto a Washington por dos horas... y no le ha gustado nada

Donald Trump tenía permiso para declarar telemáticamente, pero el expresidente prefirió darse publicidad en la capital estadounidense. Aunque se limitó a cumplir el trámite declarándose no culpable de intentar amañar las elecciones de 2020, pudo comprobar cómo crece la presión judicial contra él.

Donald Trump, a su llegada al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de  Washington, en Arlington, Virginia, tras su comparecencia judicial.
Donald Trump, a su llegada al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, en Arlington, Virginia, tras su comparecencia judicial. (Olivier DOULIERY | AFP)

La expectación en la capital de EEUU era máxima el jueves por la tarde. Se trata de una ciudad de mayoría negra que se cuenta entre las más progresistas del país y donde, solo hace dos años y medio, la ultraderecha estadounidense desembarcó para dar un golpe de Estado violento. Su líder, Donald Trump, regresaba anteayer a Washington DC y los bares de Capitol Hill aprovechaban la ocasión para tirar de imaginación y mofarse del expresidente, con pastelitos y cócteles que recordaban a la imputación del magnate neoyorquino.

El exmandatario llegó, compareció, insultó a la ciudad («suciedad, decadencia, casas y paredes rotas, grafitis...») y se marchó. En ese intervalo de un par de horas, Trump se tuvo que sentar en el lugar por el que han pasado docenas de sus seguidores, acusados –y muchos de ellos ya condenados y encarcelados– de participar en el asalto al Congreso el 6 de enero de 2021.

Unas filas detrás de Trump, a apenas seis metros de distancia, se encontraba Jack Smith, el fiscal especial que ha reunido las pruebas en su contra, tanto en este caso como en el de los documentos secretos de la Casa Blanca que se hallaron en la mansión de Florida.

Comenzada la sesión, Trump pronunció su nombre y edad de una manera extraña, trabándose: «Donald J. Trump. John. Siete-siete. Setenta y siete». El exmandatario no ha parado de insultar al fiscal en su red social. Mientras, Smith parece haber reunido numerosas pruebas en forma de delaciones en el entorno más próximo a Trump. El jueves cruzaron alguna mirada en la sala, ninguna palabra.

Cientos de acusados por el ataque al Capitolio han podido comprobar que la lealtad al expresidente no se recompensa, y antes que ellos ya tuvo que pasar tres años en la cárcel Michael Cohen, exabogado de Trump, por pagos ilegales durante su campaña.

El propio Cohen fue el que destacó que en el escrito del fiscal Smith no solo es importante que se cite a seis personas como «co-colaboradores» (entre ellos a Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York y abogado de Trump), sino que también son significativas las ausencias de personas cómo su exjefe de Gabinete Mark Meadows o su yerno Jared Kushner.

Ante la pregunta de si creía que Kushner podría llegar a acusar a su suegro, Cohen no lo dudó: «De inmediato. ¿Crees que Jared es diferente a Donald? ¿Crees que Donald no delataría a Jared para salvarse?». En este contexto, el fiscal Smith ya tiene alrededor de 86 testigos (y todos son republicanos, tal y como se está repitiendo en las redes sociales).

En la sala 22 de la Corte Federal de Washington no se pidió el arresto de Trump, pero la juez le recordó al acusado una serie de advertencias: informó a Trump de que podría ser encarcelado si viola cualquiera de sus condiciones de liberación, incluido el compromiso de no cometer ningún delito y de no «obstruir la administración de Justicia» intentando influir o tomando represalias contra cualquier testigo.

El tema es que Trump ya ha sido acusado por Smith en Florida de hacer precisamente eso, presionar a los testigos para impedir que el FBI recupere documentos clasificados.

Calendario judicial

Ante el volumen de las acusaciones, una de las preguntas ahora es cuándo será el juicio (los juicios), ante el calendario de primarias y elecciones de 2024. «Dependiendo de a quién le preguntes, el juicio por los cargos de intentar subvertir las elecciones de 2020 podría ocurrir en 70 días o en tres años. Esas son las propuestas implícitas de la Fiscalía y de los abogados de la defensa», asegura la periodista Kyle Cheney en ‘Politico’.

Parece que la jueza Tanya Chutkan querría acelerar el proceso; ha solicitado a la Fiscalía que comunique para el 10 de agosto una fecha posible de inicio del juicio, y lo mismo al equipo de Trump, que debe responder una semana después, el 17.

El expresidente debe volver a comparecer el 28 de agosto en Washington. Y seguramente tenga otra acusación para entonces desde Georgia, por las presiones para falsificar los resultados electorales de este estado en 2020.