El Ararteko ha llevado a cabo una serie de actuaciones ante la Defensora de los Derechos del Estado francés y la Defensora del Pueblo Europeo con el fin de instar a las autoridades galas a la reapertura del puente Avenida, que une Irun y Hendaia. La iniciativa se ha conocido un día después de la campaña puesta en marcha por vecinos de Hendaia y abierta a la ciudadanía de las localidades del entorno, en este caso interpelando al prefecto de Pirineos Atlánticos. Todo un goteo de iniciativas diferentes con un mismo objetivo.

Este puente permanece cerrado en su parte norte con un riguroso vallado, desde enero de 2021, cuando el Gobierno galo adujo motivos de «seguridad antiterrorista» para cerrar varios pasos fronterizos y establecer controles en otros.

El paso fue reabierto durante unas horas el pasado 3 de julio con motivo del paso del Tour de Francia por el puente de Santiago, paralelo y próximo a este punto, aunque clausurado poco después, lo que ha sido criticado por representantes de todos los partidos vascos.

El Ararteko ha anunciado este miércoles en un comunicado que ha decidido emprender estas acciones ante las «graves consecuencias» que el cierre de esta infraestructura tiene para «la población residente en los municipios fronterizos».

En la carta dirigida a la Defensora de los Derechos de Francia, el Ararteko ha solicitado su posible intervención para recabar la colaboración de las autoridades francesas.

La Defensoría europea lo estudiará

Tras dar traslado a la Defensora del Pueblo Europeo de esta cuestión, con objeto de que el asunto fuera valorado para su eventual intervención ante la Comisión Europea, el Ararteko ha sido informado recientemente por la oficina de la defensoría europea de la decisión de admitir a trámite la denuncia.

De acuerdo con esa comunicación de Bruselas, por ahora, se ha cursado una petición de información ante la Comisión Europea, como órgano responsable de dar el visto bueno a los cierres fronterizos que puedan excepcionar las reglas ordinarias del Acuerdo de Schengen.

El Ararteko queda, a partir de este momento, pendiente de la respuesta que pueda dar la Comisión Europea, y en última instancia, de la decisión que pueda tomar la defensora europea ante dicha respuesta.