El desgaste competitivo comienza a pasar factura en Osasuna. Dos puntales importantes en este inicio de temporada, Jon Moncayola y Alejandro Catena, no podrán estar este domingo en el Coliseum Alfonso Pérez.

El futbolista de Garinoain padece una dolencia muscular en el sóleo que le va a mantener apartado de los terrenos de juego durante las próximas semanas, lo que trunca el buen momento de forma en el que se encontraba.

El jugador navarro ha disputado todos los compromisos jugados por la escuadra navarra en lo que se lleva de curso –cuatro ligueros y dos de Conference– y solo frente al Valencia y Barcelona salió desde el banquillo.

Algo similar puede decirse de Catena, quien ha caído de pie en su llegada a Osasuna en el pasado mercado veraniego. El central madrileño ha saltado de inicio en todos esos encuentros, siendo con diferencia el que más minutos acumula hasta ahora.

Solo su expulsión ante el Barcelona después de ser castigado con la roja al agarrar a Lewandowski le privó de completar todos los partidos que hasta ahora ha afrontado el conjunto rojillo.

Su ausencia le genera un problema importante a Jagoba Arrasate, pues la plantilla anda un tanto justa en estos momentos de efectivos para cubrir el eje de la zaga, teniendo en cuenta que Unai García, sin estrenarse en lo que se lleva de campaña, no termina de recuperarse de las dolencias que tiene en una de sus rodillas.

Además, David García también ha venido arrastrando problemas físicos, aunque el hecho de que el seleccionador español, Luis de la Fuente, no lo haya convocado hoy para jugar contra Chipre supone un alivio para el preparador de Berriatua, pues permitirá al de Ibero volver más descansado para estar frente al Getafe.

Lo que es un contratiempo para el técnico vizcaino supone una oportunidad para Jorge Herrando de disponer de continuidad en el once, después de saltar de inicio frente a la escuadra azulgrana.

El míster vizcaino tendrá que romperse menos la cabeza para encontrar sustitutos a Moncayola. Dispone ahora mismo de alternativas suficientes como para armar una medular en condiciones.

De hecho, cuenta con suficientes jugadores de características diferentes de cara a completar el centro del campo, pudiendo optar por un futbolista ancla, como sería el caso del recién renovado Iker Muñoz, o elegir a otro con mayor presencia en el área contraria, caso de Pablo Ibáñez.

Ambos canteranos ya le han dado a su entrenador muestras sobradas de que pueden rendir con solvencia al máximo nivel como, sin ir más lejos, mostraron en el último envite frente al Barça.

Arrasate incluso podría diseñar una sala de máquinas mucho más creativa –disyuntiva que parece bastante menos probable–, ubicando por delante de Lucas Torró a dos jugones como Moi Gómez y Aimar Oroz.