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El Gobierno francés autoriza la venta de carburantes por debajo de su coste desde diciembre

La escalada de los precios de la energía hace mella en la economía doméstica pero también condiciona la estrategia gubernamental. El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, ha anunciado que las estaciones de servicio podrán vender carburante por debajo de su coste a partir del 1 de diciembre.

El aumento del precio de los carburantes lastra la economía familiar en un arranque de curso de por sí lastrado por la inflación.
El aumento del precio de los carburantes lastra la economía familiar en un arranque de curso de por sí lastrado por la inflación. (Guillaume FAUVEAU)

El ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, ha anunciado este 18 de septiembre que desde el 1 de diciembre las estaciones de servicio podrán vender a pérdida sus productos, esto es, por debajo de su coste.

Esa medida, que venía rumiándose desde semanas atrás, obliga a una modificación legal, ya que la ley no autoriza a vender por debajo del precio de costo.

De hecho, pese a que en diversas ocasiones el Gobierno ha hecho amago de cambiar la ley, esa prohibición de venta a pérdidas, que data de 1963, sigue vigente.

El propio Bruno Le Maire, bien activo en la denuncia de estrategias de «dumping» cuando afectan a otros estados, explica que esa medida del todo extraordinaria con la que espera que las distribuidoras absorban una parte del alza de precios no podrá entrar en vigor antes, ya que la Asamblea Nacional deberá aprobar la ley que haga posible esa venta a pérdida.

«Nuestro método de trabajo pasa por comprometer a todo el mundo, al conjunto de los actores económicos, en esta lucha contra la inflación, ya que el Estado no puede soportar él solo el costo de la inflación sin ahondar en el déficit», ha justificado Le Maire.

Según ha confirmado la agencia AFP con posterioridad a las declaraciones del titular de Economía, ese proyecto de ley será presentado al Consejo de Ministros el 27 de septiembre.

Las distribuidoras independientes, en apuros

Está por ver cuántas distribuidoras se prestarán a vender a pérdida. Las distribuidoras independientes tienen difícil renunciar a su beneficio mientras que, como ha ocurrido ya en semanas precedentes con enseñas como Leclerc, las grandes superficies pueden estar más interesadas en usar un precio de carburanten competitivo para atraer o fidelizar clientela.

Entorno a un tercio de las más de 10.000 estaciones de servicio existentes en el Estado francés están gestionadas por TotalEnergies (3.400 gasolineras), y la mitad trabaja bajo la marca de una enseña de la gran distribución comercial. El resto son operadores independientes.

«Mis socios viven entre un 40 y un 50% de la venta del carburante, con lo que si se ven forzados a vender a pérdida muchos de ellos no aguantarán más de tres meses», ha advertido, con indignación, Francis Pousse, presidente del sindicato profesional Mobilians, que representa a unas 5.800 estaciones de servicio que trabajan al margen de los hipermercados.

Pousse aclara que numerosos distribuidores han vendido carburante a precio de costo en los últimos meses, todo con tal de contender los precios por debajo de los dos euros el litro, y remarca que muchos de ellos están dispuestos a mantener ese «esfuerzo» hasta finales de año.

TotalEnergies ha anunciado, por su parte, que prolongará hasta el año próximo ese máximo de 1,99 euros por litro de gasolina o gasoil que anunció ya en febrero pasado.

«Hasta un 10%» de subida de la electricidad

El ministro de Economía se ha referido a otra cuestión que preocuoa a la ciudadanía tanto o más que el precio del litro de carburante, como es el aumento progresivo de los precios de la electricidad una vez desaparecido el escudo tarifario implementado por el Gobierno en el contexto de la salida de la pandemia, al que se añadió la guerra en Ucrania.

Ya el 1 de agosto se aplicó una subida del 10% y los operadores principales previenen desde meses atrás a sus clientes de una fuerte progresión e 2024.

Bruno Le Maire ha tratado de tranquilizar a los usuarios al asegurar quen «está fuera de cuestión que los precios aumenten entre el 10 y el 20% en 2024, pese a la estimación en ese sentido hecha pública por la presidenta de la Comisión de Regulación de la Energía, Emmanuelle Wargon.

«No puedo decir si habrá un aumento en la factura de enero, ya que eso depende de la evolución de los precios de la energía», para estimar, sin embargo, que «el 10% podría marcar un límite».

El ministro de Economía ha informado de que el Estado dejará de percibir 10.000 millones en 2024 «para pagar así una parte de la electricidad de los hogares» a los que, según ha recordado Le Maire, «ya protegió aportando 90.000 euros mediante el escudo tarifario aplicado al gas y a la electricidad».