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Tres años y medio de cárcel a cuatro ultras por la brutal paliza a un independentista catalán

Un juzgado de Barcelona ha condenado a tres años y medio de prisión a cuatro ultraderechistas que en octubre de 2019 agredieron brutalmente a un joven independentista durante las protestas por la sentencia del procés.

Los fascistas, concentrados en la plaza Artós en octubre de 2019. (Pau BARRENA/AFP)
Los fascistas, concentrados en la plaza Artós en octubre de 2019. (Pau BARRENA/AFP)

Un juzgado de Barcelona ha condenado a tres años, seis meses y un día de prisión a cuatro ultraderechistas por lanzar proclamas nazis y agredir «despiadadamente» a un independentista con palos, patadas y puñetazos durante las protestas contra la sentencia del procés en 2019.

En una sentencia difundida por Efe, el juzgado de lo Penal número 17 de Barcelona ve probados los hechos y condena a M.R.C, X.V.A, X.C.C y JD.M.V a tres años, seis meses y un día de prisión, frente a los cinco que pedía la Fiscalía de Delitos de odio, por un delito de lesiones con el agravante de abuso de superioridad y de actuar por motivo de discriminación ideológica.

Asimismo, la sentencia impone a los cuatro ultraderechistas, dos de los cuales se encuentran en prisión preventiva, la prohibición de acercarse a su víctima a menos de 500 metros durante cinco años, a la que además deberán indemnizar en concepto de responsabilidad civil con 10.800 euros por las «lesiones y perjuicios personales causados».

No obstante, y pese a ser condenados por un delito de lesiones con agravante, el juzgado de lo Penal número 17 los absuelve del otro delito que les imputaba el Ministerio Público, el de desórdenes públicos.

Los hechos enjuiciados se produjeron el 17 de octubre de 2019, tres días después de la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo a los líderes del procés, cuando miles de manifestantes independentistas salían a diario a la calle para protestar por la resolución del alto tribunal y grupos de fascistas salieron a la caza de independentistas.

Hacia las 20.40, un grupo de ultras armados con objetos contundentes y simbología franquista que se había concentrado en la plaza Artòs se dirigió hacia los puntos del centro de la ciudad en los que había en esos momentos manifestaciones en contra de la sentencia del procés, con la «intención clara de buscar a personas independentistas y antifascistas para agredirlas», dice la sentencia, de manera que durante el recorrido cogieron objetos contundentes para tal fin.

Palos, tubos metálicos y piedras

Un grupo de unos diez ultraderechistas armados con palos, tubos metálicos o piedras, entre los que encontraban los cuatro condenados, agredieron poco después de las 22:00 horas a un joven de 23 años, al que identificaron como «enemigo a derribar» al vincularlo con el movimiento independentista, en la confluencia de la calle Balmes con Rosselló.

En su sentencia, el magistrado del juzgado de lo penal 17 considera probado que los cuatro condenados actuaron «movidos por su profunda animadversión» y con la «voluntad manifiesta de menoscabar» la integridad física del joven, para lo cual además aprovecharon su superioridad numérica.

«Aprovechando la ventaja que les confería su superioridad numérica, lo abatieron de forma rápida y conjunta en una auténtica masa de acoso», lo que hizo que el joven «perdiera el equilibrio muy rápidamente» al recibir un «fuerte golpe con el tubo metálico» que llevaba uno de los acusados, sostiene el juez.

Ya en el suelo, los cuatro continuaron agrediéndole «despiadadamente» con los objetos con «los que iban pertrechados», entre ellos, un palo de un metro de longitud con una bandera franquista, y con «reiteradas patadas» y «diversos puñetazos» que le propinaron todos ellos diferentes partes del cuerpo, entre ellas, la cabeza, prosigue la sentencia.

Para el magistrado, el tubo metálico con el que el joven recibió un «fuerte golpe» y los otros objetos utilizados durante la agresión eran «instrumentos aptos» para causar lesiones «peligrosas para la vida» o la salud de la víctima.

Además de la peligrosidad de estos objetos, la sentencia sostiene que las «reiteradas» patadas y puñetazos en el rostro, cabeza y tronco «constituyen» también una «forma peligrosa de la acción» de los ahora condenados.

Según el juez, los cuatro acusados «solo cesaron en su actitud» cuando varias personas acudieron en auxilio de la víctima, quien a consecuencia de esta agresión sufrió numerosas lesiones, además de las secuelas psicológicas.

A raíz de este «acto violento», el juzgado de lo penal 17 condena a los cuatro ultraderechistas a tres años, seis meses y un día de prisión por un delito de lesiones al que aplica varios agravantes, pero los absuelve del de desórdenes al considerar que estos hechos no derivaron en una «alteración de la paz pública».