Con un txupinazo por todo alto y los nervios a flor de piel han comenzado las fiestas de San Fermín Txiki, que durante este fin de semana celebrará Iruñea haciendo grandes las celebraciones supuestamente pequeñas de setiembre.

La plaza de Corazonistas, escenario del lanzamiento del cohete, ya era un hervidero de gente veinte minutos antes del comienzo oficial de las celebraciones, a las 12.30. Personas de todas las edades se arremolinaban frente al espigado inmueble desde el que se tira el txupinazo, con las más mayores aprovechando los bancos existentes en el lugar para aguardar sentadas, mientras los más pequeños contenían a duras penas los nervios.

A estos últimos se les veía con bolsas de plástico, dispuestos a hacer la mejor ‘cosecha’ posible de caramelos, mientras en otros puntos de Nabarreria se degustaba txistorra para hacer más nutritiva la espera.

La llegada de los kilikis ha elevado el nerviosismo en el lugar, donde se han sucedido las carreras principalmente de la chavalería de los centros del barrio, San Francisco y Dominicas. Entre sus alumnos fueron designados los cinco miembros de la Corporación encargada de dar inicio a los festejos.

Tan nerviosos o más que sus colegas situados al otro lado del cordón de seguridad, han subido al escenario, una vez que la comparsa de gigantes de Alde Zaharra ha dado brillo al momento con un par de bailes antes de retirarse y dar paso a los grandes protagonistas del momento.

Entonces ha sido cuando han recibido los atributos de su nueva condición: el pañuelo festivo, la chistera y el bastón de mando.

Una vez ataviados como corresponde para la ocasión, han subido a la terraza del inmueble entre saludos a sus compañeros de aula, mientras a ras de suelo, se sucedían las falsas alarmas provocadas por tres petardos de gran potencia que parecían ser el txupinazo.

Respetar al barrio y sus vecinos

A base de mucho insistir, la organización del evento, que ha pedido «respetar y cuidar el barrio y a sus vecinos» durante las fiestas, ha conseguido el suficiente silencio para que se pudieran escuchar los buenos deseos de la Corporación de cara a las fiestas. Finalmente, el cohete oficial ha rasgado el cielo semiencapotado de Iruñea para desatar el delirio de la juventud.

Sucesivos lanzamientos han dado más lustre al acto, mientras los numerosos chavales que se arrecimaban ante el edificio miraban expectantes al cielo, pero esta vez para aguardar el otro gran momento esperado: el lanzamiento de caramelos.

Con bolsas en alto, han recibido la dulce lluvia, mientras se agachaban con instinto cazador en busca del mayor número posible de caramelos.

De esta manera han arrancado unas jornadas que se prolongarán durante el fin de semana y en las que se ha programado numerosos actos, algunos de los cuales peligran a causa de las trabas del Ayuntamiento de UPN.

El equipo de gobierno de Cristina Ibarrola ha querido hacerse notar en estas fiestas en el peor sentido de la expresión. Por un lado, anunció que no se instalarían baños portátiles, decisión que terminó revocando. Y a tan solo dos días del inicio de las fiestas se ha destapado prohibiendo realizar actos culturales en locales de Alde Zaharra, según ha denunciado la Comisión de Fiestas.

Este organismo ha hecho un llamamiento al diálogo para, como en el caso de los aseos portátiles, reconducir la situación y que San Fermín Txiki pueda celebrarse como está previsto.