‘Fingernails’ (Esto va a doler) de Christos Nikou, ha sido la primera de las película a competición en protagonizar una rueda de prensa. Christos Nikou ha comparecido en solitario a defender su film ante los periodistas. No ha viajado a Donostia ninguno de los intérpretes, entre los que se encuentran Jessie Buckley, Riz Ahmed, Jeremy Allen White, Luke Wilson, Annie Murphy.
El segundo largometraje del director griego cuenta la relación de Anna y Ryan, quienes creen que han encontrado el amor verdadero. Lo ha demostrado una nueva y controvertida tecnología. Pero aun así uno de los dos miembros de la pareja tiene dudas. Se trata de Anna. Aceptará el puesto de trabajo en un instituto que se dedica a evaluar el amor. Conoce a Amir y se siente confundida. Quiere poner a prueba su relación. El guion está escrito por el propio Nikou conjuntamente con Sam Steiner y Stavros Raptis.
En ‘Apples’, su debut en el cine, Nikou nos relató un romance poco probable en el contexto de una pandemia de amnesia.
«En realidad todavía no sé qué es el amor. Estoy tratando de descubrirlo. Todos lo buscamos pero no sabemos en qué consiste. Y puede ser doloroso, te hace sentir incómodo, tal y como se refleja en la película. He puesto a la par el amor físico y el dolor amoroso», ha confesado el realizador. Precisamente la compatibilidad se detecta en el test mediante el análisis tecnológico de uña de la mano –causa dolor– de cada uno de los novios.
«Trabajo diario»
La idea que pretende transmitir al espectador es que «para conseguirlo hay que trabajarlo a diario».
Nikou invita a los espectadores a ver los filmes en las salas de cine. «Para eso hacemos películas, para que los espectadores sean partícipes de ese sentimiento mágico», ha afirmado.
Al preguntarle por el final optimista que ha dado a su segundo largometraje, ha señalado que «siempre son abiertas, aunque pretendo dibujar una sonrisa melancólica. Anna quiere sentir que lo suyo es algo real y hemos querido que el final sea optimista».
Ciencia ficción
También ha hablado sobre el género de la ciencia ficción y ha abogado por hacerlo cercano. «Hay quien hace cine futurista y lejano y eso no conecta con los espectadores», ha dicho. «‘El show de Truman’ era una profecía, fue el filme que me empujó a convertirme en director de cine».
Sobre sus referencias literarias, ha confesado la influencia ejercida por títulos como ‘1984’, de Georges Orwell –nació ese año– y ‘La ceguera’, de José Saramago.
Habló mucho con los actores sobre el tono que quería que tuviese la película. «No me gusta hacer solo una cosa, quiero que el cine tenga comedia, drama, también algo de romanticismo, tal y como ocurre en la vida», ha contado.