«Pocas novedades», «proyectos de siempre» o «un corta y pega» han sido algunas de las expresiones que han empleado los portavoces de EH Bildu y Elkarrekin para referirse al plan de mandato que este viernes la diputada general de Bizkaia ha presentado ante las Juntas Generales. Elixabete Etxanobe ha desgranado a lo largo de 45 minutos las seis líneas estratégicas de su Gobierno para los próximos cuatro años, con una inversión que ronda los 1.900 millones de euros.
Etxanobe ha dicho que con ‘Bizkaia denontzat’ se busca «reformar los pilares» de la Bizkaia que se ha ido construyendo los últimos años, afianzando el tejido económico, construyendo unos servicios sociales públicos «de calidad», y consiguiendo una Diputación «eficaz, cercana y accesible» para la ciudadanía.
La diputada general ha reconocido que muchas de las prioridades a las que se trata todavía de responder se recogían en 2019 en el plan ‘Bizkaia egiten’, por lo que se incluyen de nuevo en ‘Bizkaia denontzat’. Antes de desgranar una parte de las 120 actuaciones incluidas en su programa de gobierno, ha defendido que son «objetivos ambiciosos» pero no «metas inalcanzables».
No lo ve así la oposición, principalmente EH Bildu y Elkarrekin Bizkaia, que lamentan que Etxanobe haga gala del continuismo en una Bizkaia con graves problemas estructurales que no se han resuelto en los sucesivos gobiernos PNV-PSE.
El independentista Iker Casanova ha afeado a Etxanobe que la víspera, tras la aprobación del plan por parte del Consejo de Gobierno, lo presentase al equipo directivo de los diversos departamentos forales con presencia de los medios de comunicación. «Rebaja esta presentación», ha apuntado, antes de avanzar que ve «pocas novedades» y echa en falta un balance del ‘Bizkaia egiten’.
El jeltzale Jesús Lekerikabeaskoa le ha respondido que esa reflexión se ha hecho, algo que tampoco ve Eneritz de Madariaga, de Elkarrekin Podemos, quien ha pedido un «viraje» en las políticas. Ha incidido en que no se responde a las «necesidades acuciantes» de las mujeres que cuidan en casa y tampoco a la brecha digital.
Además, ha tocado la problemática que se está generando en muchas localidades de Bizkaia por los planes para instalar parques eólicos, como sucede en Enkarterri, quejándose de que no haya directrices claras por parte de la Diputación.
«No hay ningún nuevo impulso»
Casanova ha cuestionado la «calidad y cantidad» de las acciones que se proponen ante retos compartidos a escala global. «Nos vamos a quedar muy lejos de las transformaciones», ha augurado. «No hay ningún nuevo impulso», ha añadido, para luego lamentar que el proyecto del nuevo Gobierto foral muestra que a PNV y PSE «se les ha agotado hasta la imaginación». «Cambian las caras, pero no las políticas», ha ironizado.
«En una bicicleta estática no se puede avanzar», les ha dicho, antes de ofrecerse a aportar para construir otra Bizkaia, donde disminuyan las desigualdades gracias a un resurgir del tejido económico y al reparto más equitativo de la riqueza. Para Casanova, la reforma fiscal debe ser algo más que «cambios cosméticos o superficiales».
A EH Bildu, por ejemplo, le preocupa que, al margen de centros con nombre en inglés, no se afronte una politica para crear una industria avanzada. A Elkarrekin Bizkaia, que las políticas de atracción de inversiones acaben con deslocalizaciones como la de Mecaner, en Urduliz, que va a dejar a 148 trabajadores en la calle.
La portavoz del PP, Raquel González, se ha mostrado «preocupada» por que las actuaciones «no lleguen a todos» y que vayan a ser dirigidas a contentar «solo a algunos», en referencia a los partidos que sustentan el Ejecutivo foral.
Ha echado en falta una mención a proyectos como los centros de día de Elorrio y Gueñes, una política en torno al lobo, rebajas en el impuesto de Sociedades y otros para contentar a las empresas, la variante de Loiu y una acción específica para evitar «duplicidades» en la Administración foral.
«Mantenemos la palabra que se ha dado a la ciudadanía», de ahí que, según el portavoz del PNV, esta haya vuelto a confiar en las políticas que se están llevando a cabo, porque las necesidades de la ciudadanía «no han cambiado».
Sus socios del PSE, por boca de su portavoz Goyo Zurro, esperan que en estos cuatro años «la travesía sea más tranquila» y se pueda «completar» el plan, «e incluso, desarrollar y avanzar un poco más», porque en el camino «nos encontraremos con nuevos retos y desafíos». Ha concluido tendiendo la mano «para buscar acuerdos» entre diferentes.