La periodista rusa que protestó en televisión contra la guerra en Ucrania ha sido condenada en ausencia a 8,5 años de prisión. «Marina Ovsiánnikova ha sido condenada a ocho años y medio de privación de libertad en un penal de régimen común», ha informado la oficina de prensa del tribunal.

La fiscalía había pedido nueve años de prisión para la periodista, que ha sido declarada «culpable de difundir a sabiendas información falsa sobre el empleo de las Fuerzas Armadas de Rusia», impulsada «por odio hacia determinado grupo social».

La sentencia incluye además la prohibición de trabajar durante cuatro años, después de cumplir la pena, en la administración de sitios redes de telecomunicación, incluido internet.

El tribunal ha añadido que el plazo de la pena comenzará a contarse después de su detención en territorio de Rusia o su extradición a Moscú.

Ovsiánnikova se encuentra en el Estado francés, donde recibió el estatus de refugiada política.

Multa de 255 euros

A esta condena de prisión se suma la multa de 30.000 rublos, unos 255 euros, con la que ya había sido sancionada, poco después de que irrumpiera, por detrás de la presentadora, en el informativo de la televisión rusa para mostrar su rechazo a la guerra en Ucrania.

En concreto, Ovsiannikova, originaria de Odesa (Ucrania), apareció en directo en un informativo del Canal 1 sujetando una pancarta en la que podía leerse «No creáis en la propaganda. Os están mintiendo». También gritó: «Parad la guerra».

Tras producirse el suceso, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, criticó la protesta, aunque entonces desmarcó al Gobierno de cualquier posible actuación contra la periodista, a la que se limitó a acusar de «vandalismo».

En cambio, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, dio las gracias públicamente a Ovsiannikova por su gesto, así como a «todos los rusos que intentan sacar a la luz la verdad y no tienen miedo de protestar», según un discurso que difundió su oficina.

Una vez hecha pública la sanción económica, ya se anunció que el Comité de Investigación había abierto una causa para determinar si había cometido un delito, en particular el que castiga la difusión de informaciones falsas sobre la actividad de las Fuerzas Armadas, susceptible de ser castigado hasta con quince años de cárcel. Finalmente, esa condena ha sido de 8,5 años de prisión.