Maite Ubiria

Los alcaldes del Bidasoa avalan las 12.654 firmas ciudadanas por la reapertura de la muga

Entre el 8 de agosto y este 7 de octubre 12.654 vecinos de la comarca de Txingudi-Bidasoa han suscrito una petición en favor de la reapertura del puente Avenida. Los alcaldes de Hondarribia, Irun y Hendaia han recibido este sábado las firmas que Kotte Ezenarro entregará a la Prefectura.

Jean-Pierre Garbisu, porteador de las firmas, posa con los alcaldes de Irun, Hendaia y Hondarribia.
Jean-Pierre Garbisu, porteador de las firmas, posa con los alcaldes de Irun, Hendaia y Hondarribia. (Naiz)

Una pequeña mesa plegable, similar a la utilizada por los miembros de la iniciativa ciudadana para recabar firmas por la apertura de la pasarela que une Irun y Hendaia, ha sido colocada esta mañana a la entrada del Consistorio hendaiarra.

Tras ella, los mismos tres primeros ediles que, a ambos lados de la verja que cierra el puente Avenida, ya denunciaron, el pasado 7 de julio, por «vergonzosa e incomprensible» la decisión del Ministerio francés de Interior de volver a clausurar el puente peatonal tras 24 horas de tregua, con motivo del paso del Tour de Francia, unos días antes.

Jose Antonio Santano, alcalde de Irun, Kotte Ezenarro, alcalde de Hendaia e Igor Enparan, primer edil de Hondarribia, han sido los encargados de recibir las 12.654 firmas recabadas entre el 8 de agosto y este 7 de octubre dentro de esta campaña.

Ha sido el primer edil hendaiarra el que se ha hecho depositario de esos dos grandes bolsos que guardaban las carpetas con las firmas, y que ha portado «con mucho orgullo», Jean-Pierre Garbisu.

Antiguo capitán del equipo de rubgy local, nacido en el barrio de la estación de Hendaia, a escasos metros de la muga, a sus 90 años de edad, y con la chapela calada, 'Piper' ha subido «como he podido, porque me fallan las rodillas», confesaba tras el acto a NAIZ, las escaleras, hasta depositar el resultado de la campaña popular y recibir el aplauso de los cargos municipales y de las decenas de personas que han asistido al acto.

En euskara, francés y castellano miembros de esa iniciativa puesta en marcha por una treintena de personas, han mostrado su incomprensión hacia la decisión del Gobierno francés de prolongar al menos hasta finales de abril el cierre de frontera.

Aludiendo a los motivos expuestos para esa nueva prórroga del cierre de la muga, de la que daba cuenta ayer NAIZ, se han preguntado: «¿Cómo se puede sostener la amenaza terrorista para que el puente Avenida siga vallado cuando el puente de Santiago, que está al lado, está abierto?».

Han mostrado su determinación para seguir perseverando hasta conseguir que vuelva a liberarse un paso «que nos permite andar y vivir todos juntos», tal como han recalcado los portavoces de la iniciativa ciudadana.

Ezenarro ha reiterado ante los asistentes el apoyo de los primeros ediles a esa demanda, y ha hecho votos por que «ese que es hoy el puente de la vergüenza, vuelva a ser muy pronto el puente de la esperanza y de la libertad».

Un nonagenario como portador de las firmas

«Desde niño he vivido el ir y venir de la muga, en el barrio se juntaban aduaneros, gentes que venían a trabajar, los que andaban escapándose de Franco... había un movimiento increíble», rememoraba para NAIZ 'Piper, ya en la esplanada de la sala cultural Gaztelu Zahar a la que se ha trasladado la celebración de una jornada «que une reivindicación pero también la celebración por el apoyo logrado, que nos da fuerzas para seguir», señalaba, a su vez, Mikel Erkiaga.

 

En la plazoleta se han colocado los retratos de 75 ciudadanos anónimos que, fotografiados a pie de la valla del Avenida, el pasado 10 de setiembre, han querido dar la cara por esa demanda para que el Avenida vuelva a ser una arteria de tránsito comarcal.

«Entre la estación de tren y el Topo hubo un puente de madera, que pusieron los alemanes y que se derrumbó cuando se les echó de aquí, y en el puente Avenida, había un puesto de aduana, y en tiempos se pagada por el paso», prosiguía, mirando a ese panel de fotografías, 'Piper' Garbisu.

Hijo de una navarra y un hendaiarra, la vida le llevó a otras tierras, pero, aclara «nunca me he ido del todo de mi País Vasco y de mi Hendaia, por eso estoy aquí, con las fuerzas que me quedan, para exigir que nos abran de una vez la muga».