Como un auténtico viaje en el tiempo se puede calificar la experiencia que se va a vivir en el sobreclaustro de la catedral de Iruñea, donde este próximo sábado se volverá a jugar un partido de pelota. Será una recreación de la modalidad denominada pasaka y que ya practicaban los clérigos en ese mismo lugar en los siglos XIII y XIV.
La iniciativa, denominada ‘A Dios rogando y a la pelota dando’, corre a cargo de NAPIKE, la Asociación Cultural Navarra de Pelota Vasca, y ha sido presentada este lunes ante los medios por su presidente, Xabier Martínez de Álava, y su tesorero, Patxi Pérez, en compañía del deán de la catedral, Carlos Ayerra, y del director del Museo Diocesano, Gonzalo García.
Martínez de Álava ha explicado que este I Encuentro de NAPIKE con Iglesia y Pelota, al que se va a invitar a 200 personas para presenciar el evento, comenzará con una mesa redonda a las 10.30 horas con Tiburcio Arraztoa, autor de ‘La evolución desde el Jeu de Paume a la pelota vasca’, ‘Dios y pelota’ y ‘Laxoa’; Santiago Lesmes, que ha escrito los libros ‘La estrecha relación entre la Iglesia y la pelota’ y ‘La increíble historia de la pelota vasca’; Fernando Larumbe y Patxi Pérez, como moderador.
A continuación se subirá al sobreclaustro de la catedral, donde tendrá lugar la recreación del juego de pasaka, que «junto al bote luzea, es una de las modalidades más antiguas de nuestros juegos de pelota». Y que «antiguamente se jugaba en los claustros de las iglesias y monasterios».
Para ello, en uno de los laterales de ese lugar, se ha instalado una red de 1,20 metros de altura que divide la cancha. A cada lado se situarán dos pelotaris ataviados con sotana, como se jugaba en tiempos en ese espacio, y que disputarán un partido que guarda ciertas similitudes con el tenis. Así, el tanteo es como en el caso de ese deporte, que será cantado en directo, aunque se jugará a mano con una pelota que pesa entre 235 y 245 gramos elaborada con un corazón de boj rellena de trapos.
La exhibición correrá a cargo de pelotaris guipuzcoanos, ya que es el herrialde donde se mantiene la pasaka.
A las 12.00 horas se hará una pausa para rezar el Ángelus, como se hacía cuando se disputaban los partidos de pelota por la mañana, y a continuación continuará la recreación, que terminará hacia las 12.15 horas. En próximas ediciones, está previsto que el evento sea abierto, teniendo que apuntarse quien quiera presenciarlo en info@napike.eus.
El sacerdote pelotari que evitó seis fusilamientos
Martínez de Álava ha detallado cuál ha sido el origen de esta peculiar experiencia. Según ha explicado, a comienzos de año, desde la asociación cultural entraron en contacto con el presidente de la Casa de los Navarros en Rosario, Argentina, que les pidió ayuda para desentrañar un misterio.
Sus abuelos descendían de Hiriberri, que a finales de la década de los años 20 del pasado siglo fueron de pastores a América. Cuando regresaron, «sus ideas no eran las que tenían cuando marcharon».
Así se llegó al 15 de agosto de 1936, cuando un grupo de carlistas fue a casa de sus abuelos con otras cuatro personas más para llevarlas «a las afueras del pueblo para fusilar a los seis»
En el camino se encontraron con el cura, que discutió con los carlistas para que no los fusilasen y «como veía que no los podía convencer, se quitó la sotana y les dijo que si fusilaban a los seis, a él también. Los carlistas empezaron a discutir entre ellos y decidieron no fusilar a ninguno».
Se daba la circunstancia de que «el sacerdote y el abuelo tenían relación porque todos los domingos jugaban a pala después de misa».
El argentino quería saber quién era ese sacerdote y qué había sido de él para poner unas flores en su tumba en señal de agradecimiento. Y desde NAPIKE dieron con su rastro. Se llamaba Juan Cruz Garbisu y falleció en 1987 en Iruñea.
En esa búsqueda, consultando el Catálogo del Archivo Diocesano de Iruñea, empezaron a descubrir «procesos eclesiales a sacerdotes» por cuestiones relacionadas con el juego de la pelota y en este momento «tenemos unos ochenta», que van desde 1594 en Tafalla a 1844 en Azkarate.
Después de estos hallazgos, recibieron en la asociación la llamada del director del Museo Catedralicio, «diciéndonos que en el sobreclaustro de la catedral los canónigos jugaban a pelota», lo que ha dado origen a este I Encuentro, que «tenía que ser Iglesia y pelota».