Los bomberos de Donostia, que llevan meses movilizándose para reclamar inversiones que mejoren el servicio, han comparecido hoy en el parque de Garbera para insistir en la necesidad de que se «solucione el caos organizativo y la incapacidad preventiva» en la que se encuentran.

De este modo, han exigido que «se cubran inmediatamente los puestos vacantes y se realice un diagnóstico en profundidad que analice la situación y los objetivos del servicio».

Junto a ello, han reclamado que se aumente el personal del área de Prevención y Divulgación al menos en una persona «para poder realizar correctamente su trabajado» y que en el área de Protección Civil se aumente la plantilla en al menos dos personas para «poder disponer de dos equipos de trabajo destinados a eventos de la ciudad y planes y protocolos de emergencia».

Reclaman 22 bomberos por turno

Asimismo, exigen que se aumente la plantilla operativa igualando los ratios del resto de Gipuzkoa y de Bilbo (un bombero por 12.000 habitantes, cuando actualmente en Donostia es de un bombero por 24.000 habitantes).

Para ello, sería preciso contar con un mínimo por turno de 22 bomberos, cuando ahora son once, menos de los que exigen los protocolos para hacer frente a una intervención grave. En este sentido, destacan que el mínimo imprescindible serían 17 bomberos por turno (con un ratio de un bombero por 16.000 habitantes), ya que así se podrían atender simultáneamente una urgencia pequeña o mediana (con cinco bomberos) y una grande (con doce).

Al mismo tiempo, también reclaman que se aumente la plantilla de operadores, para que haya al menos dos en cada turno. Actualmente, hay solo uno, lo que afecta a la rapidez en la atención de emergencias.

Sin la inversión de Unespa

Otra de las reclamaciones de los bomberos de Donostia es que el Ayuntamiento destine el dinero que recibe de Unespa, la patronal de seguros, anualmente a inversiones para modernizar una flota de vehículos que está obsoleta. Recuerdan que se trata de una obligación legal establecida en una sentencia del Tribunal Supremo español, pero que el Ayuntamiento de Donostia no cumple.

En este sentido, han recordado que Unespa entrega al Ayuntamiento de Donostia casi un millón de euros al año con un carácter finalista para la mejora del servicio de bomberos. Sin embargo, denuncian, en 2023 no se destinó a los bomberos ni uno solo del millón de euros recibidos.

Los bomberos han denunciado que llevan con estas reivindicaciones en la mesa desde agosto y que el Ayuntamiento ni siquiera les ha escuchado.

Mientras tanto, destacan que trabajan con una autobomba rural de 19 años donada por los bomberos de Bizkaia hace dos años, cuando fue retirada de su servicio operativo. También trabajan con una autobomba forestal de 22 años que se compró hace quince de segunda mano a la Comunidad de Madrid. El vehículo de puesto de mando avanzado tiene 18 años y es un antiguo microbus de Dbus.

«Servicio sin rumbo»

«Somos un servicio sin rumbo, únicamente dedicado a superar cada jornada solucionando los problemas y averías de la jornada anterior. Una organización no puede funcionar sin establecer un plan que defina sus objetivos a corto, medio y largo plazo», han denunciado.

En este sentido, han explicado que llevan cuatro meses sin director del servicio, siete meses sin inspector jefe (máximo cárgo técnico del servicio), más de un año sin subinspectora de Organización y Planificación y que no tienen plan director.

Los bomberos de Donostia, además a la capital guipuzcoana, atienden a Astigarraga, Hernani, Lasarte-Oria, Urnieta, Usurbil y los distritos pasaitarra de Antxo, San Pedro y Trintxerpe.

Apoyo de la Asociación Vecinal Amara Berri

La Asociación Vecinal Amara Berri ha mostrado su apoyo a los bomberos de Donostia, tras agradecer las intervenciones que han realizado en el barrio, entre las que citan la quema de contenedores de hace unos meses o el incendio de un edificio de la plaza de Armerías.

Asimismo, instan a las autoridades competentes a que «ademas de dotar de los recursos materiales suficientes a quienes velan por la seguridad de la ciudadanía».

Esta asocación vecinal muestra su preocupación por las molestias que sufre el vecindario de Amara Berri por las bengalas que se encienden en las inmediaciones del estadio de Anoeta y reclama que se tengan en cuenta las necesidades urbanísticas para que las dotaciones puedan acceder con facilidad al barrio.