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El Gobierno francés renuncia a meter la mano en las cajas de pensiones complementarias

Los interlocutores sociales han logrado, según avanza la emisora pública France Info, una victoria que, por ende, complica al Gobierno francés la implementación de la reforma de pensiones, ya que deberá renunciar, de momento, a su plan de enjugar deudas a costa de las cajas complementarias.

Un grupo de sindicalistas, durante la concentración por la subida de las pensiones llevada a cabo este 24 de octubre ante la Subprefectura de Baiona.
Un grupo de sindicalistas, durante la concentración por la subida de las pensiones llevada a cabo este 24 de octubre ante la Subprefectura de Baiona. (Naiz)

La emisora pública francesa avanza desde esta mañana una noticia que, a expensas de confirmación oficial, se interpreta ya como una primera victoria de los agentes sociales.

Ello en una jornada en la que los sindicatos franceses han vuelto a programar movilizaciones para expresar su rechazo a la reforma de pensiones que, tras ser aprobada por decreto, empezó a aplicarse en septiembre, y de manera añadida para para exigir un aumento de las pensiones del 10% para compensar los efectos de la inflación.

El Gobierno, por su parte, cuenta con aplicar una subida del 5,2% a partir del 1 de enero de 2024.

La protesta más amplia se espera esta tarde en París, pero la intersindical se ha concentrado ya esta mañana, en Baiona, ante la Subprefectura, a iniciativa de los sindicatos CGT, FO, CFTC, CFE-CFG, FSU, Solidaires, FBR (Jubilados de la Función Pública), LSR y Ensemble Solidaires.

La jornada de movilización coincide, por lo tanto, con la decisión del Gobierno francés, que afronta un debate clave, como es el referido al Proyecto de Ley de Financiación de la Seguridad Social para 2024. Los textos precedentes relativos al Presupuesto se han impuesto por 49.3, es decir por decreto y sin debate, por la primera ministra Élisabeth Borne, pero la cuestión de las cajas de pensiones se ha convertido en un «casus belli» incluso para sus aliados habituales.

La purga de las cajas complementarias Agirc-Arrco es una medida ante la que han alzado su voz los sindicatos y también la oposición parlamentaria, tanto de izquierda como de derecha.

Esas cajas, en las que se depositan cotizaciones de alrededor de 13 millones de trabajadores del sector privado, y que tienen como fin complementar a la pensión pública, son gestionadas por los interlocutores sociales.

Finanzas saneadas y con excedentes

Las cajas Agirc-Arrco disponen de una situación financiera confortable, al contar con 68.000 millones en su reserva y no presentar un solo euro de deuda. En 2022 obtuvieron un excedente de 5.100 millones.

La situación en el régimen general es bastante más comprometida, y pese a la reforma puesta en marcha por el Gobierno, que retrasa en dos años la edad de jubilación, el Consejo de Orientación de las Pensiones anticipa ya un sistema deficitario en 2030.

El Ministerio de Trabajo solicitó en septiembre a los sindicatos y a la patronal, gestores de esas cajas complementarias, que aportaran parte de ese excedente a la caja común, a lo que se niegan esos interlocutores, que no parecen confiar en la eficacia de la reforma.

Según la emisora France Info, el Elíseo habría optado, el lunes, por resolver las diferencias entre el ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, partidario de extraer fondos de esas cajas, y la primera ministra, Élisabeth Borne, temerosa de una moción de censura.

De acuerdo a esa decisión, al menos de momento no se produciría esa transferencia de fondos en favor de la Seguridad Social –entre 1.000 y 3.000 millones anuales entre 2024 y 2030– desde el sistema complementario que, pese al excedente obtenido el año pasado, no compensará tampoco la inflación al aplicar, a partir del 1 de noviembre, un aumento del 4,9% en las cantidades que vierte mensualmente a los pensionistas adscrito a esas entidades.

Sin ese aporte, el Gobierno galo tiene de plazo hasta 2027 para encontrar los mil millones con los que compensar el déficit.

El debate sobre el Presupuesto de la Seguridad arrancará a media tarde de este 24 de octubre de 2023, con una primera ministra que no renuncia a seguir legislando a golpe de 49.3. Es entonces cuando se disiparán las dudas sobre esa y otras medidas.