El actual prefecto de París y antes subprefecto en Baiona, Laurent Nuñez, ha aclarado esta mañana ante los micrófonos de FranceInfo que «el riesgo de alteración del orden público» no es el criterio que se maneja a la hora de decidir qué convocatorias para denunciar la agresión de Israel contra Palestina se autorizan y cuáles se prohíben en el Estado francés.

Ya adelanta que prohibirá la marcha convocada para este sábado en la capital francesa.

El prefecto de París ha reconocido que esas movilizaciones, que el 12 de octubre el Ministerio de Interior prohibió en una decisión luego matizada por el Consejo de Estado, «no generan problemas de orden público, ya que no dan lugar a incidentes graves o a daños materiales».

Preguntado insistentemente por los motivos por los que el Estado francés «sea uno de los pocos países del mundo» que persigue la solidaridad con Palestina, Nuñez ha reconocido que el criterio que aplica la Prefectura es el de pensar que siguiendo las directrices del ministro Gérald Darmanin es «inmaterial, de orden moral», ya que, según ha dicho, «se trata de evitar que se produzcan expresiones antisemitas, negacionistas o de apoyo al terrorismo».

París acogió el sábado pasado una enorme manifestación tras la que no se han emitido informes policiales sobre los riesgos inmateriales apuntados por Nuñez que, sin embargo, da cuenta de un aumento de actos antisemitas en el Estado francés desde el ataque del 7 de octubre.

El prefecto de París considera que «las ideas sostenidas en el pasado» por entidades impulsoras de la «marcha itinerante» convocada para el 28 de octubre en la capital, entre las que ha citado a CAPJPO EuroPalestine, el partido de izquierda NPA o el Frente de Liberación de Palestina (FPLP), «hacen pensar en un apoyo actual a Hamas».

Derecho de manifestación y moralización del orden público

En su artículo 10, la Declaración Universal de Derechos Humanos, de la que fue coautor el baionarra René Cassin, estipula que «ninguna persona debe ser perseguida por sus opiniones mientras que su manifestación no perturbe el orden público establecido por la ley», consagrando así el derecho de libertad de expresión y manifestación.

Sobre ese criterio el Estado francés fija en su legislación la noción del orden público en 1884. En 1927 se explicita que «el orden público, en materia policial, es de orden material y exterior».

La moralidad es reconocida como componente del orden público, para combatir «actos contra la decencia» en 1959.

La noción moralizadora del orden público gana terreno, ya para abordar «la protección de la dignidad humana» en 1995, en una decisión puntual, relativa al trato degradante a una persona con discapacidad, que adopta el Consejo de Estado y a la que, de manera extensiva, se acogen en ocasiones las instituciones administrativas que gestionan el orden público.

A ese dictamen se ha abrazado explícitamente hoy Laurent Nuñez, aunque ese criterio inmaterial del orden público haya sido y sea todavía hoy objeto de debate constante de juristas y hasta fundamente causas que han llegado incluso a enfrentar al Consejo de Estado y a la Corte de Casación.

Esta tarde, concentración en Baiona

Convocada por las representaciones en Ipar Euskal Herria de una quincena de organizaciones políticas y sindicales de obediencia hexagonal, entre las que figuran los partidos Europe Écologie-Les Verts, la Francia Insumisa, el Partido Socialista o el PCF, así como el sindicato CGT, esta tarde ha tenido lugar una concentración en Baiona para demandar una paz justa y duradera para Oriente Medio.

Bajo una intensa lluvia, un centenar de personas se ha sumado al acto en que se ha solicitado una implicación efectiva del Gobierno francés en favor de un alto el fuego, que permita en lo inmediato canalizar la ayuda humanitaria a Gaza y luego abrir camino a una resolución del conflicto.

Esa salida política pasaría, según el comunicado leído al final de esa protesta, por el final de la colonización, el levantamiento del bloqueo a Gaza y el reconocimiento del Estado palestino.