Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete han acordado este jueves pedir «pausas y corredores humanitarios» para permitir la entrega de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y apoyar la celebración de una conferencia de paz «pronto».
Los líderes de la Unión Europea piden «acceso humanitario continuado, rápido, seguro, y sin trabas, y ayuda para llegar a aquellos que lo necesitan por todos los medios necesarios, incluyendo corredores humanitarios y pausas para necesidades humanitarias».
«El Consejo Europeo expresa grave preocupación por la deteriorada situación humanitaria en Gaza y pide un acceso y una ayuda humanitaria continúa, rápida, segura y sin obstáculos para llegar a todos los que necesitan ayuda a través de todas las medidas necesarias, incluyendo corredores humanitarios y pausas humanitarias», recoge el borrador de las conclusiones que han aprobado los líderes.
Rechazo al alto el fuego
La declaración ha tenido que ser rebajada a unos mínimos ante las el rechazo de varios países a pedir un alto el fuego y su alineamiento sin condiciones con la ofensiva de Israel contra los palestinos, como Alemania y Austria.
Mientras el Estado español o Irlanda preferían que la declaración incluyera el llamamiento a un alto el fuego, Berlín y Viena han rechazado esa expresión y han apostado desde el principio por la reclamación de «pausas humanitarias», que es la opción que se ha acabado aceptando.
«Austria siempre se ha preocupado de que haya ventanas en las que se abran corredores humanitarios, donde se deje entrar ayuda humanitaria y es evidente que en este caso, las armas paran. Pero solo para este caso. Todas las fantasías de alto el fuego, hacen que Hamas sigue fortaleciéndose para seguir llevando a cabo este terrorismo terrible», se justificaba a su llegada el canciller austriaco, Karl Nehammer.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha llegado a sisteber que «se puede estar seguro de que el Ejército israelí, en todo lo que haga, tendrá en cuenta las normas derivadas del Derecho Internacional», ignorando los más de 7.000 muertos –la mayoría civiles y 2.900 de ellos niños–, los ataques a viviendas, hospitales y escuelas, el desplazamiento forzado de 1,4 millones de personas, o el asedio por hambre y sed, probables crímenes de guerra.
El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, ha señalado que «nadie se opone a las pausas humanitarias»y que el debate es sobre que «si pides un alto el fuego, significa que Israel no puede defenderse».
La UE incluso ha condicionado las entregas alimentos, agua, asistencia médica, combustible y protección a la población a que «organizaciones terroristas no hagan un mal uso de esta asistencia».
Conferencia de paz
Los líderes también han pedido a Hamas que libere a todos los rehenes que las milicias palestinas capturaron en su ataque del 7 de octubre contra Israel, entre los que también hay ciudadanos europeos, uno de ellos vasco.
Los líderes europeos incidieron en la necesidad de que la guerra entre Israel y Hamas no escale a otros países de la región, para lo que se comprometieron a mantener contactos son sus socios, incluida la Autoridad Palestina.
Además, han apoyado que se celebre «pronto» una conferencia internacional para la paz, asegurando que «la UE está preparada para contribuir a revivir un proceso político basado en la solución de dos Estados».
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha mostrado preocupada porque esta crisis puede «desestabilizar la región» y porque «migrantes son empujados a buscar una vida mejor por la guerra y el conflicto y llegan a nuestras casas en mayor número».