Daniel   Galvalizi
Periodista

El apoyo de Bullrich y Macri a Milei para el balotaje fractura a JxC

La candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, formalizó su apoyo al de la ultraderecha, Javier Milei, y los sectores centristas de su formación la criticaron y expresaron su neutralidad. La disputa por ocho millones de votos hace que La Libertad Avanza haga guiños hasta al trotskismo.

Patricia Bullrich, junto a Mauricio Macri, durante el cierre de campaña.
Patricia Bullrich, junto a Mauricio Macri, durante el cierre de campaña. (Juan MABROMATA | AFP)

Argentina sigue en ebullición tras los resultados de las presidenciales del pasado domingo, que llevan a una segunda vuelta en tres semanas y el resultado por debajo de las expectativas de la coalición de Juntos por el Cambio, que empeoró con respecto a las primarias, y ahora Javier Milei y el peronismo buscan captar los seis millones de votos de Patricia Bullrich.

Como era previsible, no ahora sino desde el año pasado, al entrar la dinámica política en una fase trumpista con una ultraderecha antisistema, las formaciones que intentan ubicarse en posiciones intermedias sufren pulsiones a un lado y al otro. Esta bomba que prometía detonar al interior de JxC acaba de hacerlo.

El miércoles fue un día clave, tras dos días de constante goteo de filtraciones en los grandes medios que apuntaban a lo mismo: comenzaban a dividirse las aguas frente a qué hacer con Milei y el balotaje. El verdadero trasfondo, no obstante, es qué rumbo debe tomar JxC y sobre todo quién lo lidera.

Desde 2021, cuando se veía que la retórica ultra le devoraba votantes a JxC, se perfilaron los centristas y los halcones. Entre estos últimos acabó posicionándose el expresidente Mauricio Macri, quien sin explicitarlo apoyó en las primarias a Patricia Bullrich, utilizada como tapón para que no creciera la opción moderada del alcalde de la capital, Horacio Rodríguez Larreta.

Enfrente se ubicaban los otros dos grandes partidos de la coalición (electoralmente la más exitosa no peronista en un cuarto de siglo), la UCR y la Coalición Cívica, cuyos dirigentes (y sobre todo sus votantes) oscilan entre el centro y la socialdemocracia. Ellos manifestaron siempre su distancia con Milei.

El sistema de primarias facilitó que esta tensión se resolviera en las urnas y se impusiera Bullrich aunque para las generales una candidata que intentaba copiar en formas a Milei no tuvo éxito. Como suele ocurrir, la gente prefiere los originales y no las copias.

Pero el estado de polarización y exasperación social, con dos tercios del electorado furibundamente antikirchnerista (de allí la diferenciación que intenta Massa), hace que los propios votantes exijan un posicionamiento. Sin esperar al debate interno, Bullrich (con Macri tras bambalinas) fue el miércoles a última hora a la tertulia con más audiencia del país y selló un acuerdo en directo con Milei, con quien se repartieron elogios.

«Coincidimos en el 90% de las banderas», destacó un Milei de repente moderado, y dijo que se pidieron disculpas por lo dicho en la campaña. Además, admitió que todo se cocinó en la residencia personal de Macri en una reunión con él y Bullrich.

Nueva era en JxC

A sabiendas de lo que venía, la UCR, la CC y, atención, una buena parte de los dirigentes del Pro (partido fundado por Macri), incluyendo exministros de su gabinete, salieron a desmarcarse del apoyo a Milei y, con matices, convocaron a la «neutralidad» y a que los electores decidan entre lo que consideran dos malas opciones.

Los mensajes que muestran que la coalición opositora enfrenta un momento de parto a un nuevo liderazgo fueron los mensajes de sus dos máximos dirigentes: Rodríguez Larreta y la diputada María Eugenia Vidal, que por primera vez desde la fundación del partido desautorizaron públicamente a Macri.

Pero quien dio las mayores pistas del culebrón fue Elisa Carrió, líder de la CC y una de las dirigentes de la oposición más respetadas. Retirada del juego electoral pero no de la estrategia, explicó en una entrevista breve pero explosiva: «Macri siempre jugó con (apostó a) Milei y para la destrucción de JxC. Lo dije tras reunirme con él el año pasado y al salir del encuentro les dije a los de mi partido: él va a desgastar a Larreta y a usarla a Bullrich para que nadie sea presidente salvo él».

«Su lado oscuro le ganó, en consecuencia el que rompe (la coalición) es él y la pobre Patricia va a cometer un error histórico», sentenció y reiteró que la mayoría de la coalición aboga por la neutralidad y fortalecer la oposición desde el Congreso.

Sumados, son ocho millones los votos de JxC, el peronista opositor Juan Schiaretti y del trotskismo que deben repartirse Milei y Massa para ganar (aunque se pronostica un importante voto en blanco).

Como si fuera poco a la vorágine de aconticimientos, el candidato ultra ha dicho que está dispuesto a darle el Ministerio de Capital Humano que quiere crear «a la izquierda», lo que generó la burla del frente trotskista y un estallido de memes. Un mero avance de lo que está por venir en una campaña a todo o nada.