Una agitada multitud arremolinada alrededor de lo que se presenta como el cadáver de un homosexual exhumado para ser quemado. Incluso en un país donde la homosexualidad no está bien vista como Senegal, las imágenes han causado conmoción.
En este país muy religioso y con más del 90% de población musulmana, la homosexualidad se considera a menudo una «desviación». La ley castiga con entre uno y cinco años de cárcel los actos llamados «contra natura con un individuo del mismo sexo».
Los actos vandálicos, que se habrían cometido durante el fin de semana en Kaolack, han sido vistos por muchos como un atentado contra el respeto a los muertos.
Cuatro personas sospechosas de «ser los autores intelectuales» fueron detenidas el lunes de Kaolack, ha indicado a AFP un responsable local de la Policía bajo anonimato.
La justicia anunció el domingo la apertura de una investigación para identificar y castigar a los responsables de esta «barbarie».
Según la Fiscalía, los autores se presentaron el sábado por la noche en el cementerio de Léona Niassène, un barrio de Kaolack, en busca de una tumba de un hombre enterrado en la víspera. Exhumaron el cuerpo, lo trajeron y lo quemaron, ha asegurado el Ministerio público.
Los medios han informado al unísono de que la acción estuvo motivada por la homosexualidad del difunto, un aspecto que la Fiscalía no evoca y que la agencia AFP no ha podido corroborar.
Vídeos ampliamente difundidos en prensa y redes sociales muestran a decenas de personas alrededor de un enorme fuego, algunas de ellas grabando la escena con sus teléfonos.
In Senegal they burned a mans corpse because he was homosexual?? In what world are we living pic.twitter.com/2kOq2mf7zw
— tastes like chili栗♀️ (@yourlocal_twit) October 30, 2023
Aunque es un suceso no habitual, no es la primera vez que se exhuma el cadáver de una persona presentada como homosexual en Senegal. En 2008 y 2009 se documentaron dos casos en el centro y el oeste del país.
El novelista senegalés Mohamed Mbougar Sarr, ganador del premio francés Goncourt en 2021, relata una escena similar en su obra ‘De purs hommes’ (Hombres puros).
AFP no ha encontrado rastros de precedentes recientes de incineraciones públicas.
Justicia popular
La radio RFM, muy escuchada por la población senegalesa, habló el lunes de una «conmoción» en el país.
La sección local de Amnistía Internacional, la oenegé Reencuentro Africano para la defensa de Derechos Humanos y la Liga Senegalesa de Derechos Humanos «condenaron firmemente este acto que atenta contra la dignidad del difunto y su familia».
Amnistía y otras organizaciones critican la situación de los homosexuales en Senegal, forzados a esconderse o exiliarse. Además, denuncian un deterioro en su situación en los últimos años.
La homosexualidad está poco aceptada en el país, con manifestaciones frecuentes para pedir una ley más dura, y se considera que va en contra de la cultura nacional. Algunos la ven como un instrumento de Occidente para imponer sus valores.
Según varios medios, después de la muerte la semana pasada del hombre cuyo cadáver ha sido ahora exhumado, los familiares intentaron enterrarlo en la ciudad santa de Touba, a unos dos kilómetros por carretera. Pero la información de su presunta homosexualidad había llegado hasta allí y las autoridades rechazaron el permiso para inhumarlo.
La familia intentó entonces que descansara cerca de su casa, pero el vecindario se opuso y finalmente le dieron sepultura en Léona Niassène, donde ocurrieron los hechos, que varios líderes religiosos han denunciado.
Serigne Cheick Tidiane Khalifa Niasse, el mayor responsable de una rama local de la influyente hermandad religiosa de los Tidianes, ha expresado su «profunda indignación y (su) condena categórica del acto reprensible que fue cometido contra un individuo de quien no tenemos ninguna responsabilidad sobre su vida privada». «Este acto no puede en ningún caso justificarse o tolerarse», ha dicho en un comunicado.
Un responsable del colectivo ‘And Samm Jikko Yi’ (Juntos por la salvaguardia de valores), que lucha por criminalizar la homosexualidad y endurecer las penas, también ha juzgado «lamentablemente esta justicia popular», aunque ha culpabilizado al Estado, que daría a los senegaleses la «sensación» de sobreproteger a los homosexuales.
El colectivo presentó en diciembre de 2021 una propuesta de ley que castigaría la homosexualidad con entre cinco y diez años de cárcel.
El texto fue rechazado por la oficina de la Asamblea Nacional, que estimó que la legislación existente ya es bastante severa.