El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, han cerrado este martes un acuerdo sobre el contenido de la ley de amnistía y han delegado a sus equipos negociadores el cierre definitivo en próximas horas de un pacto para apoyar la investidura.
Según han confirmado el PSOE y ERC en un comunicado conjunto, ambos dirigentes ha conversado telefónicamente esta tarde y han desbloqueado los últimos detalles de esa futura ley de amnistía y de un acuerdo para la investidura que también contendrá cuestiones políticas y económicas a desarrollar durante la legislatura.
Las dos formaciones han destacado que, con este paso, «avanzan decisivamente» hacia un acuerdo de investidura, ya que «consideran colmadas sus expectativas y satisfechos sus principios políticos» sobre esa futura amnistía.
Ahora los equipos negociadores de socialistas y republicanos se han emplazado a cerrar definitivamente el acuerdo de investidura en las próximas horas, una vez que los órganos internos de ERC den el visto bueno, es decir, el consejo nacional y la consulta telemática entre toda la militancia republicana.
Y al finalizar las conversaciones, señalan los dos partidos en dicho comunicado, se comunicará entonces la fecha y lugar de firma del acuerdo.
La amnistía que englobará también a Tsunami y los CDR
La clave del acuerdo entre Sánchez y Aragonès reside, según han detallado fuentes de ERC, en que los republicanos han conseguido que el alcance de esa futura ley de amnistía también englobe a los investigados en las causas relativas a Tsunami Democràtic y los CDR.
De hecho, hoy mismo la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, había reclamado que esa amnistía debía ser total e «incluir a todos los represaliados políticos», entre ellos también la causa relacionada con Tsunami Democràtic y los CDR, investigados por supuesto delito de «terrorismo».
Plaja había sugerido en su intervención que la información de la que disponía el gobierno catalán es que esos encausados podían quedar fuera del paraguas legal de la amnistía, algo que ERC no estaba dispuesta a aceptar, ya que entre esos posibles afectados puede llegar a estar su secretaria general, Marta Rovira, exiliada en Suiza.
Dichas fuentes de ERC han asegurado a Efe, además, que el texto de esa ley no mencionará en ningún caso una naturaleza delictiva del referéndum, como también exigían los republicanos, y que probablemente sea poco valorativo respecto a esa consulta del 1 de octubre.
La conversación entre Sánchez y Aragonès, de unos quince minutos, ha servido para sellar el acuerdo, después de que el presidente de la Generalitat lanzara la semana pasada una señal de alarma por el curso de las negociaciones: «No vamos bien», advirtió.
Según fuentes republicanas, la cuestión relativa a los encausados por el Tsunami Democràtic, hasta ahora encallada, ha podido quedar zanjada por la «voluntad de desbloque»" de Aragonès y Sánchez.
Desde el PSOE se deja claro, por su parte, que en ningún caso el paso dado hoy significa que el pacto de investidura esté cerrado, sino que se ha llegado a un acuerdo en relación con las demandas que ERC ponía sobre la mesa acerca del contenido de esa futura norma, que ahora también deberá acabar de ser pactada con Junts, la otra pata de la negociación con el independentismo.
Por otro lado, más allá de la amnistía, ambos partes avanzan también en la negociación de otras carpetas abiertas, como por ejemplo el traspaso de competencias y recursos del Ingreso Mínimo Vital, un compromiso pendiente de la legislatura pasada y que ahora se está acabando de ultimar, a falta de cerrar detalles técnicos, según fuentes conocedoras de la negociación.
El PP carga contra el acuerdo
La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha cargado contra el acuerdo «cerrado con nocturnidad y alevosía» y con el que ERC ya considera «colmadas sus expectativas sobre la amnistía».
«Los mismos que cometieron el delito están redactando el borrón y cuenta nueva. Y el PSOE, arrodillado. La ambición de Sánchez ha engullido sus siglas», ha reprochado Gamarra.
El PP ha insistido que el PSOE no ha firmado un acuerdo, sino una «rendición», dejando «la dignidad de los españoles en favor de quien mantiene la independencia de Catalunya como un camino irrenunciable».