El reconocimiento oficial de Sara Fernández como «víctima de motivación política como consecuencia de la política de dispersión» es lo que la plataforma vecinal Sara Gogoan pide a las instituciones navarras en el veinte aniversario de su fallecimiento cuando viajaba a visitar a un amigo preso.

Así se ha anunciado en una rueda de prensa en la que una veintena de personas han portado claveles rojos en recuerdo de Sara. En la misma, el portavoz de la plataforma, Asier García, ha recordado que «el alejamiento y la dispersión sistemática de las y los presos vascos de motivación política se ha mantenido durante 35 años», lo que supuso «el éxodo de familiares y allegados».

En el marco de esa situación, el 29 de noviembre de 2003 Sara Fernández e Izaskun Urkijo sufrieron un accidente cuando iban a la prisión de Valdemoro a visitar «a un amigo preso». A causa del siniestro, «Sara falleció e Izaskun sufrió heridas graves».

Memoria colectiva «incompleta»

García ha destacado que el accidente y la muerte de Fernández «no fueron una casualidad. Fue una muerte que podría haberse evitado. Como la del resto de las víctimas provocadas por el alejamiento: alrededor de un millar de afectadas por accidente y 16 víctimas mortales».

Ha recordado que «la dispersión ha acabado, pero, tanto Sara como el resto de las víctimas provocadas por la dispersión, no han sido oficialmente reconocidas». En este sentido, ha señalado que «cada año son recordadas en sus pueblos y barrios, pero no cabe duda de que continúa faltando un marco legal en el que se vean reconocidas de manera oficial, una herramienta que posibilite reconocer que también a ellas les fueron consultados sus derechos. Ya que, hasta ahora, los familiares y las víctimas de la dispersión solo han conocido el olvido por parte de las instituciones».

Por ese motivo, desde la plataforma se considera que «es tiempo para el reconocimiento y reparación de todas ellas, porque mientras no sean tenidas en cuenta, seguiremos hablando de una memoria colectiva incompleta».

Así que consideran que «deben darse pasos efectivos en Navarra para que Sara Fernández y su familia sean reconocidas de forma oficial». Ahora que «acaba una de las partes más crueles de la excepcionalidad penitenciaria, creemos que es la ocasión adecuada para hacerlo».

Por ello, la plataforma pide «a las principales instituciones navarras que articulen los mecanismos necesarios para que Sara Fernández Esparza pueda ser reconocida de manera oficial como víctima de motivación política, como consecuencia de la dispersión».

García ha destacado que a esta iniciativa se adhieren más de veinte agentes políticos, sociales, memoriales y culturales de Alde Zaharra de Iruñea, de la propia capital y de Nafarroa. En concreto son Alde Zaharreko Erraldoien Konpartsa, Alde Zaharreko Osasun publikoaren aldeko taldea, Aldezar AZGM Alde Zaharreko Gazte Mugimendua, AZTA Alde Zaharreko Talde Transfeminista, AZko liburutegi taldea, AZ Ernai, AZ Sare, Matalaz, Haritu, Zabaldi, Zaldiko Maldiko Elkartea, Arrano Elkartea, Iruñea Dantza taldea, Donibaneko Angel Gogoan, Barañaingo Karmele Gogoan, Sare Nafarroa, Etxerat, Egiari Zor, Torturaren Sarea, SF 78 y Salhaketa.

Reuniones con el Gobierno y los partidos

Para hacer realidad esa solicitud, tienen previsto reunirse con el Gobierno de Nafarroa y los principales partidos políticos del herrialde las próximas semanas.

Además, de cara al próximo aniversario del fallecimiento de Sara Fernández, han organizado «un acto especial» para el 28 de noviembre a las 19.00 horas en la Escuela Navarra de Teatro. Y al día siguiente, realizarán una manifestación que partirá a las 13.00 horas de la plaza de Recoletas y a la que seguirá un acto de memoria.

La comparecencia ante los medios ha concluido con unas palabras de Ana, hermana de Sara Fernández, quien ha agradecido que «no se deje en el olvido la memoria de Sara. Recordarla es recordar a las 16 víctimas de muchos kilómetros de dispersión, recordar el coste de esta maldita y violenta política».

Y ha concluido señalando que «el reconocimiento es un bálsamo en una herida abierta, es el derecho a redactar el relato verdadero».