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Los partidos piden a Rebelo de Sousa una solución rápida, con nuevos comicios en el horizonte

Tras recibir a los partidos con representación parlamentaria, el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, se reunirá este jueves con el Consejo de Estado, y después se dirigirá al país para anunciar el siguiente paso que marcará el rumbo tras la dimisión del primer ministro, António Costa.

El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, durante una de las reuniones con los partidos con representación parlamentaria.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, durante una de las reuniones con los partidos con representación parlamentaria. (Patricia DE MELO MOREIRA | AFP)

El presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, ha comenzado este miércoles a escuchar a los partidos con representación parlamentaria tras la dimisión un día antes de António Costa como primer ministro, con la posible convocatoria unas elecciones anticipadas en el horizonte. No hay tanto consenso con respecto a la fecha de esa eventual cita.

La gran mayoría de las fuerzas parlamentarias que se han reunido con el presidente portugués en el Palacio de Belém a lo largo de todo el día le han trasladado la necesidad de disolver la Asamblea y convocar elecciones anticipadas como único camino para salir de esta nueva crisis política.

Ya el jueves, Rebelo de Sousa se reunirá con el Consejo de Estado –donde se encuentra el propio Costa– y tras lo cual se dirigirá al país para anunciar el siguiente paso que marcará el rumbo más inmediato de la política portuguesa.

La líder del Bloque de Izquierda, Mariana Mortágua, ha contado a la prensa tras reunirse con el jefe del Estado que «esta crisis política solo se resuelve con la convocatoria de elecciones y que esta es la mejor opción».

Si hay elecciones y los resultados lo permiten, no ha querido adelantar si el Bloque está dispuesto a llegar a un acuerdo con los socialistas para posibilitar un Gobierno, como hizo en 2015.

En esa línea se ha manifestado también el secretario genera del Partido Comunista Portugués, Paulo Raimundo, quien ha asegurado que apoyarán a Rebelo de Sousa si opta por disolver la Asamblea y convocar elecciones.

Al igual que el Bloque, los comunistas han puesto por delante la convocatoria de elecciones al actual estado de los presupuestos, los cuales «no responden a las necesidades de la gente», según ambas formaciones.

Al otro lado del espectro, el líder de Iniciativa Liberal, Rui Rocha, también ha defendido que para salir de esta nueva crisis política «lo esencial es que los portugueses sean llamados para pronunciarse» y ha asegurado que no tiene «ningún dato» que le permita descartar que esta sea la decisión final.

¿Tras los presupuestos?

La ultraderecha, por su parte, ha asegurado, en palabras de su líder, André Ventura, que existe un «amplio consenso» para acudir a las urnas de manera anticipada, si bien desde Chega! defienden que sea a finales de febrero o primeros de marzo, después del congreso que ha de celebrar el partido y para que el Partido Socialista (PS) tenga tiempo para elegir al reemplazo de Costa.

Para Ventura, «es una solución constitucionalmente absurda» la alternativa de un primer ministro interino. «Tenemos que dejar de engañar a los portugueses», ha dicho, subrayando a su vez que al caer el Gobierno caen también sus presupuestos.

Así, ha revelado que Rebelo de Sousa disolvería la Asamblea, después de la aprobación de los presupuestos para 2024. «Un poco extraño que un nuevo ejecutivo gobierne con los presupuestos del PS», ha reconocido. «No es la mejor solución, pero hay que entender que no hay soluciones mágicas» ha dicho.

Por su parte, los dos primeros en reunirse con Rebelo de Sousa, los diputados del ecosocialista Livre y el partido animalista (PAN) en la Asamblea, Rui Tavares e Ines de Sousa, se han mostrado más prudentes y han optado por no decantarse por ninguna alternativa.

«No hemos pedido ni exigido nada. Livre no presiona para un escenario u otro», ha dicho Tavares, mientras que para De Sousa sea lo que sea lo que se decida, «que se salvaguarden los presupuestos».

Crónica de una nueva crisis política

El martes, pocas horas después de que la Fiscalía informara de que sería investigado en un caso de corrupción por una serie de contratos energéticos, que afecta a algunos integrantes de su círculo cercano, Costa presentó su dimisión remarcando que la sombra de la sospecha era incompatible con el cargo.

Costa, que no está acusado formalmente de nada, defendió en todo momento su inocencia, enfatizando que no tiene cargo de conciencia alguno por haber cometido ningún ilícito, siquiera alguna conducta reprobable.

A primera hora del martes, la Fiscalía hizo varios registros, incluido en los ministerios de Medio Ambiente e Infraestructuras por sospechas de corrupción en la concesión de una serie de contratos públicos relacionados con la explotación de yacimientos de litio y un proyecto para producir energía con hidrógeno.

Entre los detenidos está el jefe de gabinete de Costa, Vítor Escária, el alcalde de Sines, el socialista Nuno Mascarenhas, y el empresario Diogo Lacerda Machado, amigo íntimo del ya ex primer ministro, mientras que sí han sido imputados los ministros de Medio Ambiente e Infraestructuras, Duarte Cordeiro y Joao Galamba, respectivamente.