Después del éxito de ‘Ellas hablan’, la novela de Miriam Toews que aborda la violación sistemática de mujeres y niñas en una colonia menonita de Bolivia, la cual fue adaptada al cine y ganó un premio Óscar, la escritora canadiense presenta ‘No dejar que se apague el fuego’ -Editorial Sexto piso, 2023-.

Esta obra es descrita por Toews como «una carta de amor», narrando la vida cotidiana de tres generaciones de mujeres que luchan por alcanzar la libertad.

Toews explicó que «creo que buena parte de mi trabajo es una carta de amor, sobre todo porque es lo que me parece más fácil de hacer. En mi familia, todos escribimos y nos enviamos mensajes unos a otros constantemente en forma de novelas, historias o relatos».

La trama, escrita con humor desde la perspectiva de Swiv, una niña de 9 años, se presenta como una carta dirigida a un padre ausente y, al mismo tiempo, como una expresión de amor hacia su abuela Elvira. Esta última es una mujer que creció en una estricta comunidad religiosa y ha pasado toda su vida luchando por su independencia y el deseo de avanzar.

En la etapa final de su vida, Elvira enfrenta desafíos como el paso del tiempo, los achaques y las adversidades que afectan a su familia.

Restricciones en la comunidad minonita

La autora destacó el desafío de dar voz a una niña de nueve años, describiéndola como una combinación de fortaleza y vulnerabilidad propia de la infancia. La autora, galardonada con numerosos premios, dijo que escribió esta historia pensando en sus propios nietos y en las preguntas que podrían surgir en el futuro sobre el suicidio de su hermana y su padre.

Aunque aclara que el libro no está destinado a niños, busca abordar preguntas universales y proporcionar una experiencia disfrutable y conmovedora.

La novela también refleja vivencias y recuerdos personales de la autora, de ascendencia minonita, incorporando aspectos de la vida de su madre, su hermana y sus hijas en los personajes y en su engranaje narrativo, encontramos el tema recurrente de la religión, destacando la liberación que experimentan aquellos que se alejan de las estructuras radicales.

A pesar de que su personaje Elvira pertenece a una iglesia menonita liberal, recuerda la realidad de muchas mujeres en estas colonias, describiéndolas como prácticamente prisioneras debido a las restricciones impuestas por la comunidad..