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Nivel de ingresos, sexo y origen determinan la salud física y mental de la población navarra

El nivel de ingresos, el sexo y el país de origen son determinantes en la salud física y mental de la población navarra, según indica un informe elaborado por la Oficina de Análisis y Prospección del Gobierno navarro, junto a Osasunbidea. Ha confirmado que a menor renta, peor salud.

El nivel de renta, el sexo y el país de origen determinan la salud de la población navarra.
El nivel de renta, el sexo y el país de origen determinan la salud de la población navarra. (Iñigo URIZ/FOKU)

La salud física y mental de la población navarra está determinada por el nivel de ingresos, el sexo y el país de origen, según se recoge en un estudio elaborado por el Gobierno de Nafarroa, que ha confirmado que las personas con menor nivel de renta tienen mayor prevalencia de problemas de salud como obesidad, diabetes o trastornos mentales.

Este estudio, titulado ‘Determinantes sociales de la salud en Navarra’ y realizado en el herrialde entre población de 15 y 64 años, confirma que existen mayores niveles de obesidad en los sectores de población con menores niveles de renta, con una prevalencia del 7,4% entre quienes registran ingresos de más de 18.000 euros anuales frente al 11,3% de quienes están por debajo de este nivel.

Algo similar sucede con la diabetes, enfermedad que tienen más tendencia de sufrir y más dificultad para controlar las personas de entre 41 y 64 años de rentas más bajas, con una prevalencia del 2,2% entre quienes tienen ingresos de más de 18.000 euros y casi el doble, un 4,2%, quienes no llegan a ese nivel económico.

El director gerente de esta oficina, Txerra García de Eulate, ha señalado que existe también un «gradiente social de la pandemia» del covid, produciéndose más contagios entre las mujeres debido a que fueron considerados esenciales sectores más feminizados y la población de América Central y del Sur así como del Magreb por haber tenido «una mayor exposición por su situación sociolaboral».

En el ámbito de la Salud Mental, el 2,3% de quienes cuentan con menores ingresos tienen trastorno adictivo y el 1,8% trastorno mental grave, porcentajes que se reducen al 0,3 y al 0,5% respectivamente en el grupo de población que ingresa más de 18.000 euros.

En este ámbito influye también el sexo, presentándose entre las mujeres una mayor prevalencia de ansiedad y depresión, mientras que los hombres sufren más trastornos adictivos y mentales graves.

Se da de igual modo un mayor uso de recursos sanitarios por parte de quienes perciben rentas menores, ya que acuden en un 27,3% a Urgencias, frente al 14% de quienes tienen ingresos de más de 18.000 euros.

La necesidad de integrar a los migrantes

El país de procedencia es también determinante en la utilización que se hace de los recursos sanitarios, ya que los colectivos de personas migrantes acuden menos a Atención Primaria y Especializada, pero más a servicios de Urgencias, algo que, ha indicado García de Eulate, evidencia la «necesidad de integrar a estas personas en los sistemas de planificación y prevención».

Estos datos, ha señalado el consejero de Salud, Fernando Domínguez, deben servir para establecer acciones «que permitan aminorar lo máximo posible estas desigualdades», si bien ha aclarado que «de manera general, Salud incorpora de forma transversal la dimensión social en todas las estrategias, planes, programas, procedimientos y protocolos».

Ha puesto varios ejemplos, como la incorporación de la valoración social de manera proactiva por parte de Atención Primaria dentro de las valoraciones integrales de la estrategia de cronicidad, donde las personas con dificultades sociales «no tienen prioridad, pero sí se les atiende de otra manera ajustándolo a sus necesidades».

Otra práctica en esta línea, ha señalado, es el programa de planificación del alta hospitalaria, en el que se tienen en cuenta aquellas cuestiones que puedan dificultar los cuidados tras la salida del centro.

Asimismo, ha referido, realizan un «importante esfuerzo para unificar los sistemas de registro social dentro de Salud», ya que «solo así es posible agregar esos datos para estudios y planificaciones» y de esta manera todos los profesionales sanitarios disponen de información actualizada en la historia clínica.

Preguntado por los centros sanitarios en los que se han detectado mayores dificultades, ha reconocido que «no se han reforzado centros de salud concretos», pero está valorando potenciar los equipos de Atención Primaria con trabajadores sociales, porque «muchas veces los pacientes necesitan más cuidados» que los estrictamente médicos.