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La Justicia italiana exonera definitivamente al capitán y la jefa de misión del Open Arms

Marc Reig y Anabel Montes, capitán y jefa de misión del Open Arms, fueron acusados de «favorecer la inmigración ilegal» y «actuar con violencia contra el Estado italiano» por negarse a entregar, en 2018, a la Guardia costera libia a 218 personas rescatadas en el Mediterráneo central.

Operativo de rescate del Open Arms.
Operativo de rescate del Open Arms. (OPEN ARMS)

La Justicia italiana ha exonerado definitivamente a Marc Reig y Anabel Montes, capitán y jefa de misión, respectivamente, del Open Arms en 2018, cuando fueron acusados de «favorecer la inmigración ilegal» y «actuar con violencia contra el Estado italiano» por el rescate de 218 personas en el Mediterráneo Central y su negativa de entregarlos a la Guardia Costera de Libia.

El Tribunal de Apelación de Catania (Sicilia, sur de Italia) desestimó el recurso de la Fiscalía de Ragusa, también en la isla, contra la sentencia de la Corte de Ragusa que estableció hace tres años que «no había lugar para proceder» contra Reig y Montes.

Este miércoles, Apelación ha declarado inadmisible el recurso porque se presentó fuera de plazo, según ha confirmado la ONG catalana, que se ha mostrado «muy satisfecha». La organización ha declarado que «otra vez más se ha demostrado que nuestra manera de actuar ha estado siempre dictada por el respeto de las Convenciones internacionales y del Derecho del Mar». «Lo que nos mueve es la defensa de los derechos humanos y de la vida, principios fundamentales de nuestras Constituciones democráticas», ha añadido.

Los hechos se remontan al 15 de marzo de 2018, cuando el barco Open Arms, de la ONG homónima, a petición de las autoridades italianas rescató a 218 personas en el Mediterráneo central.

Montes y Reig se negaron a entregar a los rescatados a la Guardia costera de Libia, tal y como solicitaron después las autoridades italianas y, en lugar de eso, el barco de la ONG puso rumbo al puerto de Pozzallo (Sicilia, sur), donde atracó.

La nave estuvo inmovilizada por orden de la magistratura durante algunas semanas en el puerto de Pozzallo, hasta que unos meses después un juez de Ragusa ordenó liberarlo y rechazó la orden de incautación confirmada por la Fiscalía de Ragusa de esa misma localidad.

En 2020, el Tribunal de Ragusa consideró que no existían delitos y absolvió a los dos cooperantes de la ONG, que siempre sostuvo que todas las fases del rescate se llevaron a cabo «en constante diálogo con las autoridades italianas».