El Gobierno francés ha presentado este martes un nuevo Programa de Lucha contra el Tabaquismo que contempla ampliar las prohibiciones de fumar en espacios públicos exteriores como las playas, los parques, los bosques y los alrededores de instituciones públicas como los centros escolares.

El nuevo plan contempla además fuertes subidas en el precio del tabaco. De partida, la cajetilla de tabaco subirá progresivamente de los 11 euros actuales a los 12 euros que está previsto que cueste a comienzos de 2025 y a 13 euros en 2026.

El precio medio del tabaco está en constante progresión en el Estado francés, donde en 2020 se pagaba por una cajetilla estándar 3,20 euros. El precio pasó a 5 euros en 2005, a 7 en 2014 y alcanzó la cifra redonda de 10 euros en 2020.

Las cajetillas son todas iguales, tienen un color oscuro e incluyen mensajes e imágenes schock para prevenir sobre las consecuencias del tabaquismo.

«Las prohibiciones de fumar y las subidas de precio funcionan. Sobre eso hay consenso científico a nivel mundial», ha defendido este 28 de noviembre el ministro francés de Sanidad, Aurelien Rousseau.

«El aumento de precios es la medida más eficaz contra el tabaco, según la Organización Mundial de la Salud y según los principales estudios independientes», ha remarcado el ministro.

La «aberración» de los cigarrillos electrónicos

Otra de las medidas estrellas de este nuevo programa antitabaco que regirá durante el periodo 2023-2027 es la prohibición de los cigarrillos electrónicos desechables que, según ha aseverado el ministro, son «una aberración para la salud y una aberración para el medio ambiente».

Rousseau tiene intención de limitar los aromas de esos dispositivos electrónicos e imponer un formato neutro para evitar que las marcas intenten diferenciarse con formas atractivas.

Al ministro de Salud le tocará convencer a cambiar de hábitos a su primera ministra, Élisabeth Borne, a la que las cámaras han captado en más de una ocasión vapeando ya en el Senado ya en la Asamblea Nacional, haciendo así caso omiso de la prohibición de fumar que rige en esas instituciones como en general en cualquier centro de trabajo.

El tabaco es la primera causa de mortalidad evitable en el Estado francés, la primera de mortalidad por cáncer y también la primera de mortalidad para los menores de 65 años. Se hace respondable al tabaquismo de 75.000 muertes al año, casi una de cada ocho.

Con este nuevo plan el Ministerio de Sanidad francés aspira a reducir entre 50 y 100 muertes diarias atribuidas al consumo del tabaco.