Pablo Ruiz de Aretxabaleta

«Entre los peores ataques contra población civil en nuestro tiempo»

Organismos de la ONU alertaron de «un escenario aún más infernal que el actual» después de que Israel comenzara la devastación de Jan Yunis. Las denuncias de la inacción internacional ante «uno de los peores ataques contra la población civil de nuestro tiempo» apenas mueven a sus aliados.

Un hombre lleva a una niña herida al hospital tras uno de los bombardeos en Jan Yunis.
Un hombre lleva a una niña herida al hospital tras uno de los bombardeos en Jan Yunis. (Mahmud HAMS | AFP)

«Uno de los peores ataques contra cualquier población civil en nuestro tiempo y época», definió el jefe del Consejo Noruego para los Refugiados, Jan Egeland, los tres meses de continuo bombardeo, asedio y devastación de Gaza.

Pero, tan alarmante como la dimensión del horror en la Franja es la impunidad con la que se lleva a cabo y que lleva a los miembros de esta organización a preguntarse «¿cómo es que estas atrocidades se transmiten a todo el mundo para que todos las vean y, sin embargo, se hace tan poco para detenerlas?»

«Los países que apoyan a Israel con armas deben comprender que estas muertes de civiles serán una mancha permanente en su reputación. Deben exigir un alto el fuego inmediato en Israel y Gaza», advirtió Egeland.

Y la cadena de atrocidades que va solapándose una tras otra aún puede agravarse. «Aunque parezca imposible, puede llegarse a un escenario aún más infernal que el actual, en el que las operaciones humanitarias no puedan desarrollarse», aseguró la jefa humanitaria de Naciones Unidas, Lynn Hastings, al referirse a los ataques a hospitales.

«La situación empeora cada hora (...) Estamos cerca de la hora más oscura de la humanidad, coincidió el jefe de la OMS en Palestina, Richard Peeperkorn.

La tolerancia de los aliados de Israel apenas se ha resentido. Según el digital estadounidense Axios, la brutal ofensiva que Israel ha lanzado sobre el sur de la Franja tras la tregua ha precisado la luz verde de EEUU, pese a una ligera advertencia del secretario de Estado, Antony Blinken, al gabinete de guerra israelí sobre las bajas civiles y a una demanda para aumentar el volumen de combustible que permite enviar a Gaza.

Israel ha tenido que matar a 16.248 personas (15 cada hora) entre ellos 7.000 niños, para que el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, admitiera que «lo que estamos viendo es una matanza». «Un horror no puede justificar otro horror», añadió, recordando el ataque de las milicias palestinas del 7 de octubre.

Hasta el Gobierno alemán, uno de los principales avalistas de la impunidad en Gaza, pidió al Ejército israelí que «alivie el sufrimiento de los civiles», en palabras de la ministra de Exteriores, Annelena Baerbock, que consideró que «ya han muerto demasiados palestinos».

El emir de Qatar, Tamim bin Hamad al-Thani, criticó duramente a esta comunidad internacional por su política de doble moral y «permitir que este crimen atroz continúe durante dos meses», y pidió abrir una investigación internacional sobre los «crímenes brutales de Israel».

«Los más intensos combates»

Esta impunidad ha impulsado la nueva fase de la ofensiva terrestre israelí, centrada en el sur de la Franja. El jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel, Herzi Halevi, anunció que sus tropas rodearon y llevaron incursiones en Jan Yunis, y el jefe del Mando Sur, Yaron Finkelman, afirmó que las tropas israelíes están ya inmersas en los combates «más intensos» desde el inicio de la ofensiva terrestre.

«Estamos en el corazón de Yabalia, en el corazón de Shejaiya y, desde esta tarde, en el corazón de Jan Yunis», aseguró, confirmando ataques tanto desde tierra como aéreos. Antes del conflicto, en Jan Yunis vivían unas 117.000 personas, a los que se sumarían unos 50.000 desplazados del norte. Ahora, parte de ellos han comenzado a moverse más al sur, hacia Rafah, a pesar de que también esta ciudad es bombardeada y no hay ningún área segura en toda la Franja.

Palestinos desplazados llenan las calles de Rafah. (Mohamed ABED/AFP)

De hecho, tres de los cuatro hospitales que aún operan en el norte sufrieron nuevos ataques en los que murieron al menos nueve personas. En las últimas horas, los ataques israelíes han matado al menos 349 personas y 750 han resultado heridas.

Al menos 40 muertos se produjeron en Jan Yunis y otros diez en bombardeos contra el campamento de Nuseirat, en el centro de la Franja.

El Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) relató que Jan Yunis «está siendo sometido a un holocausto por parte de las fuerzas de ocupación, que cuentan con el visto bueno de EEUU». Denunció «brutales bombardeos contra la ciudad por todas partes» y «una destrucción de infraestructura y viviendas y un intento de cometer más masacres».

Tanto las Brigadas al-Qassam como las Al-Quds –brazos armados de Hamas y la Yihad Islámica, respectivamente– aseguraron que atacaron con artillería los tanques israelíes que se aproximaban a Jan Yunis.

El conflicto más letal para periodistas en 30 años

En Gaza, el casco y el chaleco con el distintivo de prensa ha dejado de ser un elemento de seguridad para los periodistas. Algunos han preferido no usarlo al temer convertirse en objetivo militar. Al menos 63 periodistas han muerto desde el 7 de octubre, según un recuento elaborado por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ); 56 eran palestinos, cuatro israelíes –muertos en el ataque de las milicias palestinas de octubre– y tres libaneses –muertos en ataques deliberados, según sus medios–. A ellos se suman 11 heridos, tres desaparecidos y 19 detenidos. En comparación, durante todo 2022, en conflictos de todo el mundo murieron un total de 68 trabajadores de medios de comunicación. Según el CPJ, supone el mayor número de periodistas muertos en un conflicto desde que inició su recuento en 1992.

Esta cifra mortal se suma al acoso, las detenciones y otras obstrucciones a la presentación de informes en Gaza, Cisjordania e Israel. Los bombardeos han apuntado en ocasiones a las familias de los periodistas, que han visto los cadáveres al hacer su trabajo. Uno de los últimos objetivos ha sido la vivienda familiar del colaborador de GARA Mussa’ab Bashir Alazaiza, que ha publicado en estas páginas varias informaciones sobre la situación de la Franja. Su casa, y de la también periodista Isabel Pérez, fue reducida a escombros. «La respuesta del régimen sionista de Israel fue destruir nuestra casa. Seguiremos denunciando y desvelando lo que hace y piensa –señaló Bashir–. El mismo silencio informativo que intentó aplicar el régimen sionista Israel en 2014 lo intentan aplicar en esta operación, sobre todo amenazando a periodistas palestinos y palestinas, algunas de estas amenazas las han llevado a cabo». En una intervención en la cadena Ser, agregó que «mi casa forma parte del 80% de las casas de la Franja de Gaza arrasadas y el contador sigue adelante». «No son solo piedras, son lugares que tienen nuestras memorias, (...) Es un castigo colectivo, es un intento de acallarnos».P. R. A.


Hamas no negociará bajo agresión

Hamas no iniciará un nuevo proceso de negociación con Israel ni liberará a más rehenes si no se detienen los ataques contra la Franja de Gaza. «Reiteramos que no hay negociación ni intercambio (de rehenes) si no cesa la agresión», señaló el representante de Hamas en Líbano, Osama Hamdan. Apuntó que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, «tiene toda la responsabilidad por las vidas» de los capturados por las milicias palestinas y lo acusó de «obstruir la finalización del acuerdo de intercambio» al reanudar los ataques contra el enclave palestino. «Están expuestos al riesgo de morir por los bombardeos sionistas, y Netanyahu no se preocupa por ellos ni por sus familias ni por sus vidas», denunció Hamdan. Aseguró que «no es posible derrotar al movimiento Hamas» y advirtió Netanyahu de que su Ejército «se está hundiendo cada vez más en el atolladero de Gaza».
Según las autoridades israelíes, quedan aún 122 cautivos en el enclave, así como los cuerpos de otros 15 rehenes confirmados como muertos.
Hamas reclama la liberación de los prisioneros palestinos a cambio de los rehenes, mientras el Gobierno israelí ha apostado por extender la agresión a la Franja como «presión», opción criticada por asociaciones de familiares.

Familiares

Benjamin Netanyahu se reunió ayer con representantes de las familias de los capturados en Gaza, con los que solo se ha visto cara a cara en una ocasión, y después de que estas le acusaran de ignorarlos y abandonarlos. Algunos demandaron ayuda internacional.

Munición de EEUU

Amnistía Internacional constató que Israel utilizó municiones de EEUU en dos bombardeos contra viviendas que dejaron 43 civiles muertos. Pidió que se investiguen como crímenes de guerra y estimó que «debería ser una llamada de atención urgente» para el Gobierno Biden.

Sanción a colonos

EEUU prohibió la entrada al país a los colonos israelíes «radicales» responsables de ataques contra la población palestina en Cisjordania. Aunque es la primera vez que Washington toma esta medida, no se aplicará a muchos de ellos con ciudadanía estadounidense.

Líbano

Al menos un civil de nacionalidad siria murió en ataques de Israel a una granja en el sur de Líbano. También mataron a un militar del Ejército libanés, un incidente inédito desde la escalada del conflicto en la frontera.