El pasado 8 de diciembre se cumplieron 25 años desde que el hincha realista Aitor Zabaleta falleciera apuñalado por ultras del Atlético de Madrid en los prolegómenos de un partido en el estadio Vicente Calderón, en Madrid.
Coincidiendo con este aniversario, el club donostiarra homenajeará este domingo en Anoeta al aficionado que da nombre al fondo donde se reúnen sus seguidores más bulliciosos. El calendario quiso que el visitante sea el Betis.
Hace unos días, la Real anunció que no facilitaría entradas al club andaluz para «evitar que se repita lo ocurrido el año pasado». Entonces circularon por la redes sociales unas imágenes de ultras del Frente Atlético en Anoeta, que habían entrado al estadio con entradas cedidas –a pesar de ser nominativas– por sus ‘amigos’ verdiblancos.
El Betis anunció que pagaría con la misma moneda y que no vendería entradas para aficionados blanquiazules en el partido que se jugará en el Villamarín en la segunda vuelta.
«Totalmente inaceptable»
Pero ahora es la organización de consumidores Facua la que ha intervenido en el asunto, y ha informado de que ha denunciado a la Real ante Kontsumobide por discriminar «por razón de origen y/o lugar de residencia». Para esta asociación, el argumento de Aperribay «es totalmente inaceptable» porque veta a todos seguidores béticos.
Facua cita en su texto diferentes normas que a su juicio la Real estaría vulnerando, ya que «el ejercicio de la reserva de admisión no puede conllevar, en ningún caso, discriminación por razón de origen o lugar de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión, discapacidad, orientación sexual, identidad de género o cualquier otra condición o circunstancia personal o social de los usuarios».
Por ello pide a la Real que se retracte de una decisión que supone «una clara vulneración de la normativa vigente», e insta a Kontsumobide a que abra expediente y sancione por ello al club donostiarra. Además, Facua informa a los aficionados béticos que ya hubiesen adquirido vuelos y hoteles para viajar a Donostia que pueden denunciar a la Real ante las autoridades de consumo para reclamar daños y perjuicios en caso de que finalmente no puedan entrar al partido.