Guy Nattiv, director y guionista israelí, deja muy claro en este biopic que creció con la convicción de que Golda Meir era una heroína.
Su infancia estuvo impregnada de la creencia en la fortaleza y el poder de Israel, con la idea de que habían triunfado y que la Guerra de Yom Kippur sería la última.
Nattiv, ganador del Óscar en 2019 por su cortometraje ‘Skin’, ha querido abordar la figura de una personalidad que él considera fascinante y compleja.
Aunque existía un telefilme de los años ochenta sobre Meir, Nattiv sintió que nadie había explorado su personaje con profundidad.
Retrato incompleto
Con Helen Mirren como la primera ministra israelí, la película presenta a Meir como una mujer inteligente, hábil en la política internacional y capaz de obtener ayuda cuando era necesario. Sin embargo, también revela aspectos menos conocidos de su vida, como su batalla secreta contra el cáncer, su naturaleza desconfiada y su terquedad.
La película no solo es un retrato político, sino que incide en cuestiones más personales. ‘Golda’ pretende explorar las complejidades de su personalidad, mostrándola como una líder fuerte pero también confrontando sus defectos y contradicciones.
Otra de las cuestiones que plantea el filme es la relación que se estableció entre Henry Kissinger, judío estadounidense y que entonces ocupaba el cargo de secretario de Estado, y la protagonista durante la guerra de Yom Kippur.