Tener una presión fiscal 8,7 puntos más baja que la media de la Unión Europea supone que el Gobierno de Nafarroa renuncia a recaudar cerca de 2.000 millones de euros, según ha criticado el sindicato LAB a través de una comparecencia ante los medios de su portavoz en el herrialde, Imanol Karrera, quien ha considerado que esta situación no se modifica con la reforma fiscal que se aprobará el próximo jueves en el Parlamento de Nafarroa.

La central defiende que las competencias del herrialde en esta materia «deben ser aprovechadas para aumentar la presión fiscal y transformar profundamente el sistema tributario». En este sentido, Karrera ha recordado que «mientras se han incrementado los beneficios de las empresas y se ha precarizado el mundo laboral, los trabajadores y trabajadoras navarras aportamos cinco veces más a la Hacienda Foral que las empresas, que se sitúan a la cola de la recaudación».

Además, entiende que «la baja presión fiscal es un indicador de gran fraude o de que la Hacienda tiene dificultades para hacer pagar impuestos».

Crítico con la reforma fiscal

Por ello, LAB considera que esta situación «tiene que cambiar» y que «debe abordarse de una vez por todas el debate sobre la política fiscal, con la necesaria voluntad política, porque la actual política fiscal sustenta los intereses de quienes quieren seguir acumulando capital en manos de unos pocos».

En este ámbito, ha hecho referencia a la reforma fiscal que se está tramitando en el Parlamento de Nafarroa para indicar que lo que se aprobará este jueves en la Cámara, «incluidas las medidas tributarias acordadas por EH Bildu con el Gobierno, está muy lejos de alcanzar una política fiscal centrada en los principios de progresividad e igualdad, y de cualquier cambio estructural necesario en estos momentos».  

Al respecto, se muestra crítico con la deflactación lineal de la tarifa del IRPF para paliar los efectos de la inflación, ya que considera que «se renuncia a recibir más de los que más tienen, y se desarrolla una política fiscal diseñada en beneficio de la patronal y en detrimento de la clase trabajadora»

En lugar de ese tipo de medidas, LAB propone «dar a las rentas del capital en el IRPF el mismo tratamiento que a las rentas del trabajo y elevar el tipo máximo al 60%, en lo que respecta al impuesto de sociedades, eliminar las deducciones y beneficios fiscales, y establecer un tipo nominal del 35%. Y el recargo a las rentas del capital entre el 1% y el 10%».

De esta manera, considera que «habría que garantizar una redistribución justa de la riqueza que se genera en Nafarroa y garantizar los derechos fundamentales a toda la ciudadanía a través de los servicios públicos».

Y también «para afrontar con éxito los grandes retos que plantea el contexto actual (transformaciones socioproductivas importantes motivadas por la emergencia ecológica y la crisis energética), y como miles de personas exigieron hace unas semanas mediante la primera Huelga Feminista General de la historia en Nafarroa, porque ha llegado la hora de construir un sistema público y comunitario de cuidados».