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Machu Picchu sigue sin turistas por las protestas contra su «privatización encubierta»

Habitantes y operadores de turismo locales están protestando por el inicio de la venta virtual de entradas para visitar Machu Picchu. Han rechazado negociar hasta que se anule el contrato con la empresa privada a la que han cedido la venta de entradas.

Las protestas se están alargando durante días.
Las protestas se están alargando durante días. (Carolina PAUCAR | AFP)

El distrito peruano de Machu Picchu sigue totalmente paralizado y sin la presencia de turistas. El Colectivo Popular del Distrito de Machu Picchu y Comunidades ha rechazado una propuesta de diálogo planteada por el Ejecutivo hasta que anulen el contrato con la empresa privada a la que han cedido la venta de entradas para visitar Machu Picchu.

La paralización comenzó la semana pasada en rechazo a la decisión del Ministerio de Cultura de vender de manera virtual todas las entradas al sitio arqueológico. Tras una reunión realizada el domingo, el Colectivo Popular del Distrito de Machu Picchu y Comunidades ha emitido un comunicado de rechazo a la propuesta del Ejecutivo de instalar una «mesa técnica de diálogo», al no haberse dado pasos acordes con sus exigencias.

Como consecuencia de esa ruptura, han anunciado que «se radicaliza la huelga indefinida en el pueblo de Machupicchu y sus comunidades». En ese sentido, exhortaron a la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, a «declarar la nulidad del contrato» y anunciaron que, una vez que eso suceda, «inmediatamente» aceptarán que se instale la mesa de diálogo.

«Se radicalizará la huelga indefinida en el pueblo de Machu Picchu y sus comunidades», indicó el texto, además de responsabilizar de cualquier incidente a las agencias de turismo «que envíen turistas al distrito de Machu Picchu por la vía de acceso amazónico estando vigente el paro indefinido». «Exhortamos a la Dirección Desconcentrada de Cultura que cierre la llacta (pueblo) inca de Machu Picchu mientras continúa la huelga indefinida, esto por medidas de seguridad», remarcaron.

La ministra Urteaga aseguró el domingo que el Gobierno no cambiará su decisión de implementar un nuevo sistema de venta de boletos para ingresar a Machu Picchu y consideró que la paralización «es producto de unos pocos que quieren seguir sacando provecho» del patrimonio cultural «a través del mercado negro de los boletos».

Sin embargo, los locales tachan este movimiento de «privatización». Se muestran en contra de la tercerización de la venta de entradas para acceder a la ciudad histórica, con el argumento de que se trata, en realidad, de una privatización encubierta. 

El sábado pasado, el decano del Colegio de Licenciados de Turismo de Cusco, Roland Llave, declaró a la emisora RPP que la afectación que causa la paralización «es de millones de soles a todas las economías familiares de la región Cusco y el Perú, al no poder realizarse los tours».

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Ollantaytambo, Carlos González, anunció que durante los últimos días se había evacuado a cientos de turistas que no podían acceder al sitio arqueológico, cuyo aforo fue ampliado a 4.500 visitantes diarios a partir de diciembre.