El 11 de octubre de 2023 se conoció que Eneko Andueza era el único aspirante a ser el candidato a lehendakari por el PSE. Dos días después, Javier de Andrés ya era el sustituto de Carlos Iturgaiz al frente del PP en la CAV, con la intención declarada de competir el espacio electoral al PNV. Nadie más concurrió al cargo, por lo que quedó proclamado aunque se oficializará en el congreso de dentro de unas semanas. Pero nadie piensa en serio que Andueza o De Andrés puedan llegar a Ajuria Enea.
El candidato del PNV, que es el partido que tenía más motivos para gestionar con sumo cuidado esta decisión, más teniendo en cuenta que Sabin Etxea había optado por prescindir de Iñigo Urkullu, parece haber tirado de bastante improvisación. Imanol Pradales ha reconocido que le llamaron cuando ya se había filtrado la bomba de Urkullu y que tuvo apenas una noche para tomar la decisión.
En este escenario, faltaba por conocer cómo se gestionó la idea de que Pello Otxandiano fuera el candidato de EH Bildu, y más teniendo en cuenta que, según la última encuesta de Lehendakaritza, es el mejor valorado por el conjunto de la ciudadanía, con una nota de 5,3 frente el 5,0 de Imanol Pradales.
Una comida al inicio de 2023
Fuentes de los círculos más altos de la dirección de EH Bildu consultados por NAIZ recuerdan que la decisión de que Pello Otxandiano fuera su propuesta a la militancia de la formación «estaba adoptada hace ya más de un año».
Estas fuentes lo consideran como algo lógico cuando estamos hablando de la persona que era el director de programa de EH Bildu y estaba encabezando las negociaciones sobre el Acuerdo Educativo y su traslación a la ley.
Y en esto surge una anécdota. Estas fuentes recuerdan que en una comida del coordinador general de EH Bildu con su círculo de confianza, a primeros de 2023, probablemente en enero, Arnaldo Otegi le comentó a Pello Otxandiano «se te está poniendo cara de lehendakari, Pello!». Tras las primeras risas, Arnaldo le aseguró que «¡no estoy bromeando, eh!».
Aceleración del cambio
La cuestión quedó todavía en ese estadio algo etéreo, aunque ya había una apuesta firme por parte de la dirección. Pero fue en el mes de julio cuando tanto Arnaldo Otegi como Pello Otxandiano hablaron abiertamente de esta posibilidad.
Por un lado, estaba la reflexión realizada por el propio Otegi sobre cómo plantear su continuidad dentro de EH Bildu. Pero además, influyó que en las elecciones municipales y forales del 28 de mayo habían entendido que el nuevo ciclo político se estaba abriendo de una forma acelerada.
En opinión de la cúpula de EH Bildu, esa aceleración del cambio exigía «incorporar a una nueva generación a la dirección política» y a la candidatura al Parlamento para afrontar con garantías y con todas las consecuencias ese cambio de ciclo.
Es decir, se pretendían «acompasar» los ritmos internos de EH Bildu a los cambios sociales y culturales que se estaban dando en la ciudadanía y que estaban provocando también cambios electorales.
Ante esa reflexión compartida, Pello Otxandiano «mostró su disposición a asumir responsabilidades por el futuro del país. El paso de ser candidato a lehendakari lo vio como suficientemente serio como para acogerlo con cierto vértigo, pero aseguró que estaba dispuesto a dar un paso adelante y que se comprometía con ello».
No enseñar la carta
Evidentemente, una apuesta de este tipo tiene que guardarse con discreción incluso dentro de la propia formación política, puesto que son muchas las cosas que pueden torcerse y no conviene que haya filtraciones. Y esto lo cuidó con precisión la coalición soberanista hasta el último momento.
A los veteranos de la información política esto recuerda a la decisión de Euskal Herritarrok de aprobar el Nuevo Estatuto de Juan José Ibarretxe a finales diciembre de 2004 con 3 votos a favor y 3 en contra. Estaba tomada meses antes y guardada bajo siete llaves. Tanto que después de materializarse en el Parlamento, EH tuvo que convocar asambleas en vísperas de Nochevieja para ofrecer sus explicaciones.
En el caso de la candidatura a lehendakari, EH Bildu tuvo a su favor que se había levantado ya la inhabilitación de Otegi para ser candidato. Algunos medios empezaron pronto a especular con ello, y él mismo llegó a alimentar ese señuelo para salvaguardar la verdadera decisión. También circularon por periódicos y radios otras posibilidades, que contribuyeron a garantizar que la carta ganadora no fuera desvelada.
De esta forma, y como fruto de una misma reflexión política, el lunes 27 de noviembre Arnaldo Otegi anunció oficialmente que no sería candidato a lehendakari y que optaría a volver a ser el coordinador general de EH Bildu.
Y dos semanas después, el propio Arnaldo Otegi oficializaba también que la Mesa Política de EH Bildu proponía a su militancia la elección de Pello Otxandiano como candidato a lehendakari. En principio se barajó esperar al acto convocado en el Euskalduna para el 17 de diciembre y al que acudieron 2.500 personas. Pero se entendió que una vez que la apuesta era ya conocida por un grupo amplio de personas, convenía no arriesgarse a posibles filtraciones.
El «gran susto» de Pradales
En cuanto al nombramiento de Imanol Pradales como candidato del PNV, él mismo dio explicaciones el 14 de febrero en el programa La Kapital que se emitió en TeleBilbao, asegurando que «fue un gran susto» que «lo voy digiriendo poco a poco, pero cuesta».
El presidente del EBB le comunicó a Imanol Pradales su propuesta de candidatura después de que se filtrara que no querían que Urkullu siguiera, y le dio una noche para tomar la decisión
En la entrevista recordó que «un viernes a la tarde» (el 24 de noviembre, después de que se filtrara que el PNV no quería a Iñigo Urkullu como candidato) «me llamó Andoni Ortuzar y me dice que tiene que hablar conmigo». A la pregunta del periodista de si sospechaba algo, respondió que no, porque ha hablado con la dirección otras veces sobre otras cosas.
Pradales apunta que Ortuzar le citó en Sabin Etxea y, entre sonrisas y complicidad con el entrevistador, confiesa que le dio la noticia «con poco filtro». Asegura que el presidente del EBB le preguntó a ver si había visto las noticias, él respondió que sí, y ahí le dijo que «queremos proponerte a ti que, si tú nos das el ok, seas el candidato del partido para proponérselo a las bases. Y me quedé blanco».
Añadió Imanol Pradales que Andoni Ortuzar «y alguna otra persona» le explican «por qué han pensado que yo puedo ser el perfil de esa persona. Me dan muy poco tiempo para pensarlo. Tuve que dar la respuesta a la mañana siguiente».
Imanol Pradales lo comentó con su esposa, pasó «una noche muy larga» y a la mañana siguiente fue a visitar a su madre. Reconoce que fue un momento emocionante, que se acordaron de su aita «que ya no está».
Finalmente dijo que sí «y después todos los acontecimientos vinieron en tromba». Ese mismo sábado al mediodía el EBB hizo pública la candidatura «y ya todo fue una locura». Antes pidió a Ortuzar que le diera tiempo para darle la noticia a algunos amigos íntimos. Reconoce que «fue todo muy intenso» y «muy rápido».
A partir de ahí se abrió el proceso interno de refrendo de su candidatura culminada en el acto de Landako.