Israel acelera la expansión de colonias en Jerusalén Oriental
Israel ha acelerado, desde el estallido de la guerra contra Gaza tras la incursión de Hamas, los planes para construir y expandir colonias en Jerusalén Este ocupado, entre el temor en muchos barrios palestinos como el de Um Tuba.
Desde hace décadas, los más de 14.000 palestinos de esta barriada con viejas casas de piedra se han visto cada vez más marcados por los planes urbanísticos de Israel. Este se incautó de muchas de sus tierras a fines de los noventa para construir Har Homa, una colonia que ahora se alza en un monte frente al barrio palestino, donde muchos de sus habitantes tenían sus cultivos. El 40 % de los jerosolimitanos son palestinos.
En la Ciudad Santa viven actualmente unos 350.000 palestinos, en torno al 40 % de la población total, con permiso de residencia, pero sin ciudadanía en su gran mayoría y con trabas para subsistir.
Ali señala los imponentes edificios de Har Homa, de camino entre Jerusalén y Belén, y que limitaron la expansión urbana palestina y la conexión entre estas dos urbes. Ahí, como en el resto de barrios palestinos de Jerusalén, Israel no les da permisos de construcción, una política discriminatoria y orientada a decantar el balance demográfico de la urbe a favor de una mayoría de población judía.
Expulsar a los jóvenes
«Los jóvenes no pueden construir casas. La meta es obligarlos a irse fuera de Jerusalén, a Cisjordania», comenta a Naim Abu Tair, habitante de Um Tuba. «Buscan asfixiarlos», agrega.
«Estamos rodeados, y la situación empeora», lamenta Ali, que sabe que Israel planifica otras dos colonias a las puertas del barrio, en dos terrenos vacíos a la entrada incautados a familias de Um Tuba, y donde se está construyendo una nueva carretera.
Los primos Yamal y Osama Abu Tair contemplan el área resignados y denuncian que Israel les confiscó parte de sus tierras en el lugar.
La mayoría de gente de Um Tuba solía heredar la tierra «de padres a hijos», sin estar inscritas en el registro de propiedad, en un sistema tradicional e informal que eliminó Israel. Este alegó que no podían probar que sus terrenos eran propios, lo que contribuyó a la desposesión de las familias palestinas de la aldea.
«Desde los años 2000 demolieron tres casas de la familia y nos quitaron tierras», denuncian los primos, mirando el monte donde se alza Har Homa, históricamente llamado Abu Ghanim por la población local palestina.
Según la ONG israelí Ir Amim, esta política expansionista se agilizó aún más desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza el 7 de octubre.
«Israel aprovecha la guerra para crear más hechos consumados. En sólo cuatro meses avanzó 17 planes con más de 8.400 viviendas en colonias en Jerusalén Este, entre ellos para cuatro asentamientos enteramente nuevos», asegura.
La ONG denuncia que esto sucede mientras las autoridades, a través del Ministerio de Justicia, aceleran vías para confiscar tierras y favorecer que pasen a manos de colonos o entidades israelíes derechistas que promueven la colonización en territorio palestino ocupado.
«Mientras, los palestinos se ven constantemente privados de derechos básicos a la vivienda y propiedad en Jerusalén Este, y el Estado sigue su sólida inversión en promoción de asentamientos para afianzar el control israelí sobre más territorio», alega Ir Amim.
Colonos y tutela estatal
Entre los 17 planes, que afectan a varios barrios palestinos de la urbe, los dos proyectos para Um Tuba incluyen uno en fase inicial que busca construir unos 650 domicilios, y otro ya aprobado que se traducirá en la promoción de casi 1.800 viviendas para israelíes. De acuerdo con el diario Haaretz, detrás de parte de los proyectos hay grupos procolonización israelíes que trabajan apoyándose por la vía de empresas inmobiliarias y cooperan mano a mano con el Estado.
Según remarca una portavoz de Ir Amim, los planes en barrios como Um Tuba «dejarían definitivamente fragmentado gran parte del espacio palestino que lo rodea».
«En cambio, crearía una contigüidad territorial israelí con otras colonias existentes o planificadas, como Har Homa o Givat Hamatos», este último en vías de construcción, en un área con un tejido urbano israelí cada vez más imperante donde la territorialidad histórica palestina es cada vez más reducida y se va desvaneciendo.