NAIZ

Cuatro años de sanción a Pierriá Henry por usar «un método prohibido» en un control antidopaje

Sin que haya trascendido ningún positivo del exbase del Baskonia, la FIBA se apoya en el artículo 2.2 de su libro antidopaje para imponerle un castigo que prácticamente fuerza su retirada. El 13 de enero de 2027 estará a una semana de cumplir 34 años, con cuatro de forzosa inactividad.

Pierriá Henry, en uno de sus partidos de su segunda etapa en Gasteiz.
Pierriá Henry, en uno de sus partidos de su segunda etapa en Gasteiz. (Jaizki FONTANEDA | FOKU)

Después de un año de incómodo silencio y secretismo absoluto sobre el tema, la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) ha publicado este miércoles que el exbaskonista Pierriá Henry estará sancionado durante cuatro años por utilizar un «método prohibido» durante un control antidopaje al que fue sometido el pasado 3 de noviembre de 2022, cuando ya estaba en el equipo gasteiztarra. Su expediente sancionador se le abrió el 13 de enero de 2023.

En ningún momento afirma que el jugador de Virginia haya dado positivo por esta o aquella sustancia. Simplemente, el ente federativo ha dado a conocer la sanción a través de su página web en la que basa la suspensión en el artículo 2.2 del libro antidopaje que señala que desarrolla el «intento de uso por parte de un atleta de una sustancia prohibida o un método prohibido».

Este artículo precisa que «no es necesario que se demuestre intención, culpa, negligencia o uso consciente por parte del atleta para establecer una infracción de las normas antidopaje por el uso de una sustancia prohibida o un método prohibido».

«El éxito o fracaso del uso o intento de uso de una sustancia prohibida o método prohibido no es material. Es suficiente que la sustancia prohibida o el método prohibido se hayan utilizado o se haya intentado utilizar para que se cometa una infracción de las normas antidopaje», concluye la norma.

Por otro lado, la FIBA revisó en 2021 el reglamento interno con diferentes actualizaciones en relación a que «las sanciones básicas ahora pueden aumentarse hasta un período adicional de dos años si existen circunstancias agravantes, por ejemplo, el uso de múltiples sustancias, la comisión de múltiples infracciones, conducta engañosa u obstructiva y otras similares circunstancias graves».

El base norteamericano que también posee el pasaporte de Senegal no podrá recuperar su licencia hasta el 13 de enero de 2027, por lo que, por un lado, ya ha cumplido el primero de los cuatro años de sanción que le han caído encima. Sin embargo, esta sentencia supone, salvo un trabajo de fuerza de voluntad más que encomiable por parte del jugador, su retirada casi definitiva. Nacido en South Charleston el 20 de enero de 1993, Pierriá Henry estará a una semana de cumplir los 34 años cuando por fin se le levante el castigo, teniendo que recuperarse de una ausencia total del baloncesto profesional de cuatro largos años. Poca esperanza queda en ver jugar el alto nivel a uno de los tipos mas carismáticos y más queridos por la afición de Saski Baskonia.

Una muerte sin anunciar

La sentencia que sanciona por 48 meses a Pierriá Henry es el último clavo para su ataúd como profesional, todo por un caso la mar de rocambolesco tras una prueba antidopaje sin resultado positivo fechado el 3 de noviembre de 2022, luego del partido de Euroliga entre Saski Baskonia y Maccabi, que terminó con una histórica paliza del cuadro gasteiztarra: 116-87.

De hecho, Pierriá Henry apenas destacó en aquel partido, ya que solo sumó dos puntos. ¿Para qué si ya otros compañeros se encargaron de la paliza? El de Virginia, tras ser anunciado por Joan Peñarroya al final de la rueda de prensa de un encuentro de Liga ACB entre Saski Baskonia y Real Madrid, regresaba a Gasteiz el 25 de octubre de 2022 convencido de haber llegado «para hacer grandes cosas». Sin las rastas de su primera etapa, pero con la misma buena disposición y sin perder la sonrisa, pese a no haber podido cumplir su sueño de asentarse en la NBA, luego de haber sido cortado por los Houston Rockets.

En poco más de dos meses disputó 23 partidos, 13 de ellos en la Euroliga, siendo un contrapunto perfecto para la capacidad de dirección de Darius Thompson y el arsenal ofensivo de Maarkus Howard. Pudiendo compartir cancha los tres a la vez o pudiendo rotar entre los tres, Saski Baskonia logró ascender al liderato de la Euroliga en un diciembre mágico. En poco más de 20 minutos por partido, Henry rozó los 10 puntos y 6 asistencias de media. A pesar de mostrarse muy fallón en el tiro de tres –menos del 30% en la Euroliga; un respetable 36% en la Liga ACB– y limitarse a lanzar desde la frontal, su compromiso en la defensa y en la dirección elevaron un escalón el juego del Baskonia que vivió sus mejores días, equilibrado por un jugador en apariencia estrafalario, pero que supo combinar a la perfección como contrapunto del talento ofensivo de sus compañeros.

Después de la borrachera de diciembre, llegó enero con su resaca. Pudo haber sido una derrota que otra, pero lo cierto es que el 10 de enero de 2023, en el Audi Dome de Múnich, Pierriá Henry disputó su último partido con la elástica gasteiztarra. Dos días más tarde, los gasteiztarras jugaban en la cancha del Partizan y se adujo «un problema en el sóleo» para darle de baja.

Pero aquella baja se fue alargando sin mayor explicación y sin que el bueno de Joan Peñarroya supiera ya qué cara poner cuando se le preguntaba al respecto. Hasta que llegó el 25 de enero y Saski baskonia emitía un comunicado en el que afirmaba que el club «suspendía temporalmente» al jugador, ya que la FIBA le habría abierto un expediente y le «retirase provisionalmente» su licencia.

Saski Baskonia siempre aclaró desde el primer momento que la suspensión derivó de una cuestión procedimental de la prueba y no de que el jugador hubiera dado un resultado positivo en el control antidopaje por sustancias prohibidas. Es más, en un alarde de compañerismo no tan habitual en el club gasteiztarra, cerró filas en torno a él al punto de «congelar» su contrato, que en principio expiraba el 30 de junio del año pasado, hasta obtener una resolución del caso.

La última vez que se vio en un acto público a Pierriá Henry fue el 27 de enero de 2023, en la presentación del partido entre Saski Baskonia y Anadolu Efes, un duelo con un ambiente muy cargado de emociones, el 114-111 con el que los gasteiztarras superaban al cuadro otomano se convertía en un homenaje muy sentido y, sin saberlo, un adiós que tiene pinta que será definitivo.