Los y las trabajadoras del servicio de limpieza de los centros de Osakidetza han exigido este lunes que se cumpla el preacuerdo alcanzado el pasado verano, en el que se recogían las principales reivindicaciones del sector para renovar el convenio laboral, quedando a la espera de que el servicio público de salud y las empresas adjudicatarias rubriquen su parte.

Los sindicatos LAB, UGT, CCOO y ESK se han concentrado ante Sabin Etxea, la sede del PNV en Bilbo, para denunciar «la actitud tanto de la Dirección de Osakidetza como de las empresas», apuntando especialmente a la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, a quien han dedicado proclamas como «one, one, one, que limpie la Gotzone» o «Gotzone, ladrona, coge la fregona».

Tras una pancarta en la que se podía leer «Aski da! Sinatutakoa bete. Osakidetza y empresas irresponsables», la delegada sindical de UGT y trabajadora en el Hospital de Cruces, Sheila Virto, y el representante del sindicato LAB, Bittor González, han explicado que, después de retomar la negociación con las empresas adjudicatarias en el inicio del curso, la parte social «ya ha hecho sus deberes». Por ello, han emplazado a Osakidetza a negociar con las empresas.

«En lo que respecta a la parte que le correspondía negociar a Osakidetza con las empresas adjudicatarias, a día de hoy todavía no está cerrado, y lo que es peor, las trabajadoras y trabajadores desconocemos los motivos por los que, después de más de medio año, todavía no se han suscrito los acuerdos entre ambas partes», han denunciado.

Así, han apuntado que el «acuerdo definitivo» debería haberse firmado el pasado 14 de febrero, tal como habían acordado la parte social y las empresas adjudicatarias. Sin embargo, «la víspera, el representante de la principal patronal del sector, EGE-ALVA, solicitó un aplazamiento del encuentro, sin dar mayor explicación», han criticado los sindicatos, sin que, por el momento, «ni Osakidetza ni las empresas nos han explicado el motivo de la demora».

Renovación del convenio

Concretamente, el preacuerdo alcanzado en verano recogía el blindaje de la homologación de condiciones al personal propio, acceso a la Carrera Profesional, acceso al contrato de relevo y la regulación de los puestos vacantes. Además, según han explicado los representantes sindicales, se establecieron dos carriles de negociación: «uno, para adaptar y desarrollar la redacción que daría lugar al nuevo Convenio Colectivo, y otro, para modificar los contratos que unen a las empresas con Osakidetza».

En este último punto radica el motivo del enfado de los sindicatos. Tal como han apuntado, después del acuerdo entre la mayoría sindical y las empresas, correspondía a Osakidetza cambiar los contratos con éstas, para adaptar los montantes económicos al nuevo convenio.

Desde el Departamento de Salud, han recordado los trabajadores, Gotzone Sagardui explicó en una nota hecha pública el pasado mes de julio que «se materializaba el acuerdo entre sindicatos y patronales», afirmando que «desde el inicio había colaborado en la resolución del conflicto, siempre dentro del marco de su relación contractual con las empresas». Una actitud que, teniendo en cuenta el bloqueo actual, han calificado de «irresponsable», tanto por parte de la Dirección de Osakidetza como de las empresas.

Finalmente, los sindicatos han exigido «respuestas y transparencia», emplazando a Osakidetza y las empresas adjudicatarias a que «cumplan con sus obligaciones». «No estamos dispuestos a que el preacuerdo conseguido en julio quede en papel mojado y que todo el trabajo realizado durante estos últimos meses se eche por la borda», han señalado los sindicatos, antes de anunciar que, en caso de no haber avances a corto plazo, «la mayoría sindical no descarta emprender otra serie de medidas para que tanto Osakidetza como las empresas adjudicatarias resuelvan la situación y lleguemos al acuerdo definitivo».