Dos precandidatos a la Alcaldía del municipio de Maravatío, en el estado mexicano de Michoacán, murieron por disparos recibidos el lunes en distintos incidentes, según ha informado la Fiscalía regional.

La primera víctima fue Miguel Ángel Reyes Zavala, un médico que aspiraba a obtener la candidatura del partido Morena, del presidente Andrés Manuel López Obrador, para la Alcaldía del municipio, y que fue atacado la tarde del lunes cuando iba a bordo de su vehículo, indicaron fuentes militares y policiales.

El ataque ocurrió cuando se hallaba «estacionando en la parte posterior de la clínica San Rafael, donde laboraba» ubicada en el fraccionamiento Rancho La Huerta, en el centro de Maravatío, reportó la noche del lunes la Fiscalía de Michoacán en un comunicado.

Zavala «presentaba heridas producidas por disparo de arma de fuego», apuntó la dependencia.

El ataque fue ejecutado por dos sicarios que bajaron de un automóvil blanco, se acercaron al político y le dispararon a quemarropa, para luego huir en el mismo vehículo, según testimonios recabados por policías investigadores.

Horas después, el cuerpo de Armando Pérez Luna, aspirante a ser el abanderado del opositor Partido Acción Nacional (PAN) para el mismo cargo, fue encontrado en el interior de un automóvil con «heridas producidas por un disparo de arma de fuego», detalló la fiscalía en un breve comunicado el martes.

La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó a Efe que dos hombres en una motocicleta dispararon a Pérez Luna cerca de las 22.00 horas del lunes (5.00 del martes en Euskal Herria) en la calle Jesús Romero Flores, en la unidad habitacional ‘Infonavit’.

El PAN reaccionó a «los cobardes asesinatos de los políticos en un comunicado y recordó que «advirtió meses atrás sobre la necesidad de instalar una mesa de seguridad» ante la violencia en esa región.

Violencia electoral

La ola de violencia ligada al crimen organizado que sacude a México también alcanza a políticos, sobre todo aquellos que ocupan o aspiran a obtener cargos municipales y estatales.

Los motivos van desde intentos de los grupos criminales de sojuzgar a los candidatos a su autoridad e intereses hasta cruentas disputas entre grupos de poder local.

El pasado 19 de octubre unos sujetos secuestraron y mataron a balazos a Dagoberto García Reyes, un líder de Morena que también aspiraba a la presidencia municipal de Maravatío, localidad que está a 100 metros de la capital estatal, Morelia.

En esa zona operan los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG), La Familia Michoacana, Los Correa y de Los Caballeros Templarios, que se disputan en control de diversas actividades ilícitas en el oriente de Michoacán.

Durante enero, al menos cinco candidatos o aspirantes a un cargo de elección popular murieron violentamente en México, según informó recientemente la organización civil Data Cívica.

El número de homicidios relacionados con la violencia político-electoral se eleva a 21 si se tiene en cuenta también a funcionaros públicos y familiares de los políticos, detalló el informe ‘Votar entre balas’ en enero.

Estos dos casos, junto con los registrados en enero, se suman a los 11 homicidios de candidatos, precandidatos y excandidatos muertos documentados por Data Cívica desde la segunda mitad de 2023, cuando comenzó el actual proceso electoral que culmina con los comicios del 2 de junio.

Desde enero de 2018 hasta diciembre de 2023, la organización ha documentado 105 muertes violentas de candidatos, precandidatos y excandidatos.

México celebra las elecciones más grandes de su historia el 2 de junio, cuando más de 97 millones de personas están convocadas a renovar 20.375 cargos federales, incluida la Presidencia de la República, los 500 escaños de la Cámara de Diputados y los 128 del Senado, así como nueve Gobiernos estatales.