Ampliar la contratación de todas sus plazas a todo el año es lo que solicitan los bomberos forestales de Nafarroa al Gobierno del herrialde, del que esperan «una respuesta positiva y el inicio de una negociación para tratar el tema», ya que, en caso contrario, «iniciaremos una dinámica de movilizaciones».
Así lo han explicado en una comparecencia ante los medios en el Parque de Cordovilla, ataviados con los equipos que emplean durante la extinción de incendios rurales y portando carteles con el número 365, en referencia a esa contratación para los 12 meses del año, ya que en estos momentos, 42 plazas tienen una contratación para ocho meses y otras 117 solo se incorporan en el verano, durante cuatro meses.
Sus portavoces Txumari Hurtado y Gorka Bidarte han detallado, en castellano y euskara, respectivamente, que en el año 2012, el Gobierno de Nafarroa «se vio forzado a crear las plazas de conductor auxiliar bombero y peón auxiliar bombero que ahora están en el proceso de estabilización como consecuencias de varias sentencias judiciales».
En esas decisiones judiciales, se determinaba que «los contratos que se venían realizando para cubrir las necesidades de las campañas forestales incurrían en fraude ley y declarando nuestra relación laboral como fijos o indefinidos discontinuos».
Pero, desde entonces y hasta el momento, el Ejecutivo «no ha realizado ninguna actuación sobre estas plazas».
«Olvido» en la estabilización
Además, con el inicio del proceso de estabilización, se ha constatado «el olvido de las peculiaridades de estas plazas: no son plazas a tiempo completo y nunca ha habido oposiciones para cubrirlas». Y al ser plazas a tiempo parcial, «el personal con experiencia en los puestos de trabajo de estas plazas salía perjudicado frente a otros trabajadores interinos que lo hacen durante todo el año en otros servicios de la administración».
En el verano de 2022, se trasladó esta problemática a los grupos parlamentarios y fruto de esas conversaciones se presentó una enmienda a la ley de estabilización, aprobada por unanimidad, en la que se exponía que «nuestra peculiar situación no se había tenido en cuenta en la ley y que conllevaba un perjuicio respecto a otros trabajadores de otros servicios. El cambio de baremación mitigó en parte el perjuicio al personal que ocupa actualmente las plazas».
Durante este tiempo, los bomberos forestales han mantenido reuniones con la Dirección de Bomberos y la de Interior para saber cómo se van a definir estas plazas y pidiendo que se ponga fin a la precariedad con una contratación completa de los 12 meses del año.
Estos bomberos consideran justificada esa petición «por la situación medioambiental, con cambios bruscos en la climatología, incendios más virulentos, abandono en el cuidado de nuestros montes...».
Además de por «las posibilidades de trabajar desde la prevención durante todo el año junto con Medio Ambiente y Protección Civil» y por «aprovechar la experiencia y conocimientos del personal y profundizar en su formación profesional y conseguir tener una plantilla estabilizada y con continuidad a futuro en la profesión».
Consideran que el proceso de estabilización es «un momento inmejorable para fijar estas plazas con personal estable, profesionalizarlo y formarlo como este servicio así lo requiere. En la mayoría de las comunidades se llevan años trabajando en esta dirección».
Los bomberos forestales esperan que esta ampliación de la contratación a todo el año obtenga una respuesta «positiva» por parte del Gobierno, del que también quieren conseguir «el inicio de una negociación para tratar este tema». En el caso de que no se produzca, anuncian el comienzo de una «dinámica de movilizaciones».
Estar en «un vacío»
Ese diálogo debe entablarse con cierta urgencia, ya que, como ha apuntado Iñaki Lizarbe, «todo el proceso va muy retrasado. Ya se han hecho las plazas de todos los niveles y las nuestras están sin definir ni publicar, por lo que no sabemos cuáles son las intenciones. Entendemos que no han hecho una proyección de ampliar contratación».
Otro bombero forestal, Rafael Aulló, ha destacado que «no sabemos ni cómo se entra en nuestra plaza. Eso nos lleva a estar en un vacío en el que se ha llegado a negar a un trabajador laboral el derecho a la excedencia, algo que reconoce el Estatuto de los Trabajadores y hemos tenido que ir a juicio para ganarlo. A partir de ahí, las cosas han ido mejorando, pero vivimos en esa indefinición».
Y sobre la necesidad de esa contratación para los 12 meses, ha recordado que «cada año más de un tercio de la plantilla cambia y a esa gente hay que formarla, equiparla, lo que cuesta dinero. Así que igual sale más barato contratar más tiempo a la gente que ya está».
En este sentido, Lizarbe ha puesto el acento en que «en la mayoría de las comunidades ya se camina en esa dirección y echamos en falta cierta ambición para un cambio en este sentido. Hay un eslogan que dice que ‘los fuegos de verano se apagan en invierno’ y estamos apostando por eso, pedimos al Gobierno que apueste por la prevención, lo que supone hacer trabajos cuando no hay incendios forestales».